Dice el parlamentario que la lista de personas ligadas al gobierno que tendrían un rol protagónico en el debate podría ser mucho más larga, pero que este “cuarteto” serviría para aclarar cómo además de los posibles especuladores que pudieran estar golpeando el bolsillo de la familia venezolana, “chivos pesados” deberían ser procesados por el otorgamiento amañado de dólares.
Recordó que desde que el Comandante Hugo Chávez lograra que el Banco Central le pasara “aquel primer millardito” se destruyó la autonomía del ente emisor y el negocio de los dólares fue el gran botín en el que operaron funcionarios de PDVSA, del Fonden, del Bandes, de Cadivi y del Ministerio de Finanzas.
Desde entonces, explicó, “aumentar la dependencia de las importaciones fue vital para que los amigotes y los testaferros suprimieran el trabajo de nuestros productores, industriales y empresarios, y se diera paso al guiso en puertos y aeropuertos, a través de empresas que bien podrían enmarcarse, por ejemplo, en las que Jorge Giordani citara como responsables de una sangría de más de 20 millardos de dólares sólo en los últimos meses”.
A lo anterior, el parlamentario sumó la denuncia de la expresidenta del Banco de Desarrollo Económico y Social (Bandes), sobre la presunta comisión de delitos de sobrefacturación por parte de aquellas empresas, de los productos que presuntamente se estaban importando hacia el país. Dice que la ex funcionaria habló de más de 15 millardos de dólares de estafa y que -para comenzar- por este motivo debería invitarse a Edmée Betancourt.
Por su “intermitencia” entre el Ministerio de Finanzas y el Banco Central de Venezuela, dice Rodríguez que sería muy sano para los venezolanos escuchar las explicaciones del actual ministro Nelson Merentes, no sólo por haber estado en la fabricación de las “bombas inflacionarias del dinero inorgánico, en la cesión de todos los millarditos que le pidió el gobierno nacional durante años, en la manipulación de las posiciones de seguridad de nuestras reservas en oro y en los últimos forcejeos del ejecutivo nacional para tratar de afrontar el desastre económico y social que creó. También es importante oír a Merentes, porque debería profundizar la sentencia publicada hace varias semanas, de que la revolución no ha tenido éxito en economía. Y esa es una confesión de parte, que echa por el suelo el intento de lavado de cara que escenifica hoy el tren entero de gobierno”.
Por último, y aunque el parlamentario se refiera a esta invitación como un sacrificio de exposición a lo escatológico. “El más aplaudido propagandista audiovisual de la revolución, el consentido de Chávez, el defensor a muerte de Nicolás Maduro; debería tomar derecho de palabra en los debates para que nombre por nombre, explique cómo es que la conspiración, la guerra económica, no era cosa de la oposición venezolana y de los sectores privados, sino una iniciativa de presuntas bandas delincuenciales al interior del oficialismo, para forzar un cambio de rostro en la silla de Miraflores”.
Nota de prensa