Nitu Pérez Osuna, una de las periodistas de mayor trayectoria en los medios de comunicación venezolanos, pertenece al grupo de profesionales que tras la venta de la cadena Globovisión desaparecieron de la pantalla.
Sin embargo, ni ese retiro forzado en junio pasado, ni la incertidumbre social y política que atraviesa su país les resultan suficientes para hacerla desistir del empeño de permanecer allí “porque creo ese Gobierno está a punto de caer”.
“No sé si por un golpe militar o una revuelta civil, pero con Maduro no podemos seguir”, sentenció en entrevista con DIARIO LAS AMÉRICAS.
“En Venezuela no nos dan respuesta, ni el Gobierno, ni la oposición”. La oposición nos pide que ejerzamos el voto, pero a la vez nos aconseja no salir a las calles. Mientras tanto, el país sigue desabastecido y tenemos que quedarnos esperando hasta el 8 de diciembre para salir a votar, aunque sabemos que nada va a cambiar, con un Consejo Electoral vendido y todos los manejos que ellos hacen cada vez que se convoca a elecciones”, sentenció.
“Creo que el ejercicio democrático de votar es una vía que hay que transitar, pero no es la única, porque después de que Chávez ganó en 1998, el resto de los procesos electorales no han sido transparentes”.
El Gobierno tiene complicidad
“Para que este Gobierno haya durado 15 años, tiene que haber contado con complicidad del otro lado [la oposición]”, denunció convencida la comunicadora.
“Hay una franja de gente que no cree ni en el Gobierno ni en los opositores. Esta es una de las razones por las que creo que pronto sucederá algo en Venezuela, pero además porque hay mucha hambre, carecemos hasta de los alimentos y artículos más básicos”, comentó.
La situación de los medios
“Cuando Andrés Izarra ocupó el Ministerio de la Comunicación y la Información anunció que tendríamos una hegemonía comunicacional. Fue una clarinada de lo que vendría. Hace más de tres años estamos viviendo lo que ocurrió ahora en Globovisión. Hay medios que han sido cerrados por falta de papel, otros porque les ahuyentaron la publicidad. Algunos han sido comprados, otros silenciados y varios se han auto autocensurado con el pretexto de que hay que sobrevivir”, explicó.
“Con la venta de Globovisión no imaginé que con tantos años allí terminaríamos de esta manera. Siempre pensé que el final sería con sus dueños de pie. La inmensa mayoría estábamos dispuestos a morir de pie como ocurrió con Radio Caracas Televisión. Ignoraba que el dueño [Guillermo Zuluaga] no estuviera dispuesto a mantenerse de pie”, amplió.
“Todavía hay voces que no se callan en Venezuela, pero la mayoría de los empresarios de los medios de comunicación se han callado, otros han bajado la voz. Creo que esos van a terminar muriendo de rodillas”.
Lo inexplicable
La ambigüedad que según Pérez Osuna se observa en las actitudes de los dirigentes de la oposición y el Gobierno venezolanos, también se aprecia en los medios de comunicación que reflejan la realidad del país.
“En Venezuela Globovisión censura a Capriles. Aquí en Miami, Teve Venezuela sí lo difunde, siendo Zuluaga, el mismo dueño de Globovisión, uno de los dueños de este canal que transmite en el sur de la Florida. Son cosas que provocan interrogantes. ¿Dónde empieza la complicidad y dónde termina? Hay que pensar, reunir piezas y transitar los caminos correctos”, advirtió.
“A Capriles en Caracas le he pedido miles de entrevistas, sin resultado”, puntualizó. “Él ofrece entrevistas selectivas. Leopoldo es mucho más abierto, no le teme a las preguntas. Capriles las escoge”.
“El que se ha alzado como candidato es Capriles. La Mesa de la Unidad Demócratica ha dicho que el único camino es el democrático, pero no estoy de acuerdo porque un Gobierno dictatorial, comprometido con fuerzas internacionales, incluso con grupos terroristas, no se enfrenta con reglas democráticas, de esto no vamos a salir votando”, afirmó.
Colonia de Cuba
“Venezuela se ha convertido en una colonia de cubana, nos invadieron sin disparar un tiro. Chávez y Maduro nos vendieron”, subrayó.
“En Venezuela siempre hubo cubanos, lo que ocurre ahora es que bajo este Gobierno, cuando te encuentras un cubano en las calles no sabes si es un ciudadano común o un agente del G-2 [de la seguridad cubana], que los están asesorando para perpetuar al régimen”.
“Necesitamos verdaderos líderes, no dirigentes. Las crisis los paren y estoy segura de que en Venezuela van a surgir, aunque sabemos que todos los partos requieren sangre”, concluyó.