Federico Black: Se olvidaron de la Arepa

Federico Black: Se olvidaron de la Arepa

La semana pasada en Venezuela fuimos testigos de la manipulación oficial en cuanto a la matriz de opinión, en tanto y cuanto logran voltear la realidad gracias al poderío mediático con el que cuenta el gobierno y además con el uso indiscriminado de las cadenas gubernamentales.

 

El país vivió un episodio triste y bochornoso luego que Nicolás Maduro azuzara a la colectividad sin decir la palabra “saqueo” a tomar todo lo que haya en existencia de las tiendas de electrodomésticos, tanto  en estantería como en los almacenes, y así hicieron. Hemos visto cómo desde el sábado 9 de noviembre hasta el día de hoy en cuanta tienda de electrónica existe en el país se han formado permanentes colas para adquirir productos que anteriormente eran considerados por el propio gobierno (el anterior a este) como cosas de lujo, típicos de la burguesía y todos aquellos calificativos que por más de 12 años estuvimos “acostumbrados” a escuchar.

 

El gobierno se dio cuenta del error cometido porque lo calado en la sociedad fue que el propio Presidente de la República había instado al saqueo, al delito, que si algún vocero no alineado al partido de gobierno se le hubiese ocurrido transmitir semejante mensaje, hoy estaría tras las rejas bajo acusación de un sin fin de delitos tipificados en la ley y por ello, tuvo que rectificar el mensaje en una cadena de media noche el domingo siguiente (10 de noviembre) explicando que el (Maduro) nunca había llamado al saqueo, sino que “acá hay un gobierno responsable que pondrá mano dura a la especulación de la burguesía…”

 

Dicha cadena no fue casual ni mucho menos parte del tristemente famoso “noti patria”, pues intuyo que los operadores del mando a distancia (léase, los cubanos) le dijeron a Maduro que se había equivocado (una vez más) en el mensaje. La acción estuvo “políticamente correcta” pero el mensaje fue erróneo y para fortalecer la explicación dada en cadena nacional, el gobierno adelantó unas acciones sin anuncio, las cuales permitirían que los venezolanos salieran sin pensarlo a comprar en las tiendas donde se metió el gobierno a lo machote.

 

En los días siguientes, todo tenedor de alguna tarjeta de crédito con algún banco oficial (del gobierno) se dio cuenta que su límite de crédito había sido aumentado en proporciones inusuales, en la mayoría de los casos con un 100% en el límite, pues quienes tenían un crédito igual o menor a 20.000 Bs. se consiguieron con 40.000 y quienes tenían más… vieron mucho más. A esto, se le añade el pago adelantado de los aguinaldos, por el equivalente a 3 meses de salario. Es decir, los venezolanos ahora están buchones y acto seguido, las colas para las tiendas de electrodomésticos aumentaron sustancialmente, porque no se puede pelar ese boche. Con plata y además equipos con hasta un 70% de “descuento”.

 

¿Consecuencias de todo esto?

 

Ya nadie habla o se queja de que no se consiguen medicinas, que cuando va al mercado no logra comprar todo lo necesario, bien sea porque no hay o porque los reales no le alcanzan, y mucho menos si se gastaron todo comprando equipos que no son de primera necesidad.

 

Resulta ser, que no se habla de la inseguridad y mucho menos de la inflación. No se piensa cómo ni con qué se llenará la nueva nevera “finísima” que se compraron estas últimas 2 semanas, porque están gozando con el nuevo Blu-Ray en el TV Led de cuando menos 32” (cuando menos). El nuevo “pero tenemos Patria” se deberá sustituir por “Pero tenemos pantalla plana”.

 

Que triste ver cómo estamos de mal socialmente, tratar de entender (sin lograrlo) cuales son las prioridades de los venezolanos y mucho menos asimilar las expectativas que colectivamente se tienen para vivir, subsistir… porque hablar de avanzar y crecer, se ha convertido en un sueño utópico.

 

El hecho es, que el gobierno se aseguró las navidades y calmar un descontento que se sentía en las calles de cualquier pueblo o ciudad del país. Se ganaron, sus 60 días de paz con los 90 de aguinaldos que pagaron, pero sí les aseguro algo; esto en algún momento va a cambiar, porque no hay equipo se sonido potente que calle el llanto de un hijo con hambre, el sufrimiento de un enfermo desasistido o el dolor de una madre que entierra a un hijo asesinado.

 

Disfrutarán las navidades, pero en enero… los reyes magos traerán muchas cosas menos buenas noticias, porque ahí sí se acordarán de la arepa que dejaron olvidada mientras se gozaban los aguinaldos y las tarjetas de crédito que algún día tendrán que pagar y muchos no tendrán siquiera trabajo porque las tiendas que han tomado por asalto no volverán a abrir sus puertas luego que se “venda” el último producto.

 

Como dicen por ahí “amanecerá y veremos”, solo que debemos esperar hasta enero.

 

Federico Black B.

 

@FedericoBlackB

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