Expertos en psiquiatría y psicoanálisis detallan síntomas del derrumbe de la sociedad. Adrián Liberman advierte de que hay un proceso de depredación y deshumanización similar a la Alemania nazi. Roberto de Vries diagnostica miedo anticipado a las carencias por “caldo económico” y ausencia de un líder, publica La Verdad.
Por José Gregorio Martínez/noticias@laverdad.com
El resentimiento social sobre el que el fallecido presidente Hugo Chávez construyó su liderazgo y levantó su revolución no se desvaneció con su desaparición física, sino que avanzó al nivel de la “depredación”, entendido esto como la exacerbación de las motivaciones más siniestras, entre otras cosas, por un miedo anticipado a las carencias y la ausencia de un líder que sepa interpretar las necesidades de la población.
De esta manera se puede resumir el diagnóstico que dos expertos como el psiquiatra Roberto de Vries y el psicoanalista Adrián Liberman, desde dos corrientes distintas, hacen de la sociedad venezolana, en un momento de convulsión social producto de la paranoia ante un inminente colapso económico.
De la desesperación racional por la escasez de productos de la cesta básica se pasó a la histeria colectiva por comprar artefactos que nadie tenía en su lista de necesidades. La pirámide de Maslow se desordenó y no es descabellada la hipótesis de la acción deliberada para drenar presión.
Miedo anticipado
“Esta es una forma de ir destapando lentamente la olla de presión para que salga un poco de vapor. Quien gana con esto es el Gobierno porque le sirve para varios objetivos. Podría ser para neutralizar las elecciones o para ir liberando presión de un clima psicótico-emocional que tiene dos vías: el estallido, entendido como el cambio de actitud del venezolano que está en la pasividad, y la búsqueda de un liderazgo eficaz”, sostiene Roberto De Vries.
Y es que el presidente Nicolás Maduro estimuló deseos contenidos por la legalidad cuando el 8 de noviembre dijo: “Yo he ordenado inmediatamente la ocupación de esa red (Daka) y sacar todos los productos, todos, que no quede nada en los anaqueles”. Acto seguido se produjo el saqueo de la tienda Daka de Valencia y hubo al menos cuatro conatos en otros establecimientos de venta de electrodomésticos en diferentes ciudades del país.
Lamenta el psiquiatra que se haya dado recientemente un cambio en el perfil del venezolano de altruista con sentido de solidaridad para convertirse en egoísta y egocéntrico ante el influjo de las carencias. “Tenemos un caldo económico compuesto por una alta inflación, escasez de productos y falta de divisas, que se refleja en el miedo a no conseguir luego las cosas. Al principio parecía incomprensible, pero es un miedo anticipado a la carencia sustentado en la experiencia”.
Un factor básico que estimula ese miedo es la ausencia de liderazgo. Subraya Roberto de Vries que el país marcha a la deriva porque no tiene un líder en el Gobierno ni en la oposición. “Hay una ausencia de contenido en los mensajes, no hay líderes. Hay quienes hablan de ideas, pero sin un contenido mínimo que transmitir. Es un diálogo de sordos porque el liderado está incomunicado con su líder, que no tiene nada que decirle y el liderazgo emocional que representaba Chávez no ha sido sustituido”.
Depredación
Desde la visión del psicoanálisis, Adrián Liberman lamenta el daño que se le está haciendo a la sociedad promoviendo una psicopatía que elimina el pensamiento de la consecuencia sobre el otro y está sumergiendo al país en la deshumanización.
“Las leyes, las normas, la palabra son los elementos que contienen los aspectos más siniestros del ser humano y quienes tienen la responsabilidad de preservarlos los están desmantelando. El Gobierno está empezando algo que no sabe cómo va a terminar. Se están exacerbando las motivaciones más siniestras, pasando de la revancha colectiva a la depredación. Hay un desmontaje de la referencia simbólica del respeto y eso es un síntoma muy grave del derrumbe de una sociedad”.
Compara la situación que atraviesa la sociedad venezolana con la historia reciente de Zimbabue, lo que vivieron los países de la Europa del Este luego de la disolución de la Unión Soviética y la deshumanización que sufrió la sociedad de la Alemania nazi.
“Una referencia extrema pero válida la representa la Alemana nazi, donde el Estado promovió la deshumanización y regresión de una buena parte de la sociedad con un discurso depredador. Afortunadamente la sociedad alemana logró levantarse, pero el costo fue muy alto”.
Expertos coinciden en que existe un miedo anticipado a las carencias y la ausencia de un líder que sepa interpretar las necesidades de la población.
Los expertos
“Tenemos un caldo económico compuesto por una alta inflación, escasez de productos y falta de divisas, que se refleja en el miedo a no conseguir luego las cosa”.
Roberto de Vries
Psiquiatra.
“El Gobierno está empezando algo que no sabe cómo va a terminar. Se están exacerbando las motivaciones más siniestras, pasando de la revancha colectiva a la depredación”.
Adrián Liberman
Psicoanalista.