Unos 600 efectivos de la policía militar, así como miembros del batallón de choque y personal de apoyo, cuidarán las playas de Rio de Janeiro, luego de asaltos a bañistas protagonizados por pandillas en los últimos días, informaron las autoridades.
Durante dos feriados locales recientes –donde playas como Copacabana, Ipanema o Arpoador se llenaron de visitantes– grupos de jóvenes se abalanzaron sobre personas que tomaban sol para robarles. Entre los pandilleros se detectaron menores de edad.
Algunos de los bañistas trataron de huir hacia el mar pero eran perseguidos igual, según imágenes difundidas por TV Globo.
“Vamos a realizar intervenciones policiales intensivas, colocar policías a pie en la arena. Otras instituciones nos van a ayudar por causa de la participación de niños de 10 años” en los robos, dijo a la prensa el secretario de Seguridad de Rio de Janeiro, José Mariano Beltrame.
“Eso (los robos de pandillas) altera la tranquilidad de las personas. Vamos a tratar de anticiparnos a esas acciones”, agregó.
Según explicó la policía, también se intervendrán los buses que van desde las populares favelas de la zona norte de la ciudad hacia las playas, en el sur de Rio.
Además, se instalará una comisaría móvil en la playa.
El último miércoles, durante un feriado en Rio, pandillas atacaron y robaron bolsos, celulares y joyas a cariocas y turistas en la arena y la calzada de la famosa playa de Arpoador, repleta de gente.
Varios guardias municipales y policías militares persiguieron a los asaltantes a palos por la arena y hubo al menos tres adultos y cuatro menores detenidos.
La prensa brasileña calificó el episodio como un “arrastao”, cuando 20, 30 o 40 personas protagonizan un asalto y “barren” con las pertenencias de sus víctimas en medio de la confusión.
Un episodio similar tuvo lugar en la playa de Leblon, en el sur de Rio, la zona más cara y turística de la ciudad, y otro asalto colectivo se produjo nuevamente en Arpoador el domingo, según la prensa local.
La seguridad ha mejorado en Rio tras la reconquista de decenas de favelas de manos de narcotraficantes iniciada en 2008, con miras al Mundial de fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Rio.
Pero la ciudad de más de seis millones de habitantes sigue teniendo índices de violencia elevados en comparación a los parámetros europeos o estadounidenses. AFP