Encabezados por el ex candidato presidencial opositor Henrique Capriles, los opositores del gobierno del presidente Nicolás Maduro prevén tomar el sábado las plazas de los 335 municipios del país para mostrar su fuerza luego de varias embestidas del gobierno y protestar contra la crisis económica y la escasez de productos.
La jornada nacional de protesta se realiza 15 días antes de los comicios del 8 de diciembre para elegir 335 alcaldes.
En esa elección la oposición aspira a mantener su presencia en las grandes ciudades como Maracaibo, en el occidente del país, y ampliarla en Caracas, donde sólo uno de los cinco municipios capitalinos está en manos del oficialismo.
La jornada de protesta pacífica, en la que los opositores se concentrarán en plazas, fue convocada esta semana por Capriles y como una manifestación por la crisis económica del país, que el dirigente opositor atribuye a malas políticas aplicadas en los últimos 14 años por el gobierno del ahora fallecido presidente Hugo Chávez y el actual de Maduro. En Caracas, la concentración está prevista a partir de mediodía en la Plaza Venezuela, en el centro de la ciudad.
“Llamo a todos a salir HOY a la calle, que se sienta en toda Venezuela un NO a estos fascistas corruptos del régimen Maduro”, indicó Capriles en su cuenta de Twitter. El opositor también denunció en la red social que su coordinador nacional de giras por el país, Alejandro Silva, fue sacado de su habitación de un hotel de Caracas por agentes de la seguridad oficial la madrugada del sábado y que hasta ahora desconocía el paradero de Silva o las razones para tal acción.
La noche del viernes Maduro, al hablar sobre la protesta opositora, dijo que ordenó la captura de dos supuestos miembros de los partidos opositores Voluntad Popular y Primero Justicia, que según él, estarían involucrado en planes para generar hechos de violencia en contra de sus propios seguidores para luego culpar a los partidarios del gobierno.
Los opositores han negado tales señalamientos y voceros como el diputado Julio Borges, de Primero Justicia, han demandado al gobierno revelar los nombres de los supuestos detenidos.
La protesta opositora es la primera desde inicios de año, cuando oficialistas y seguidores de Capriles coparon las calles y avenidas de distintas ciudades del país en medio de la campaña electoral de los comicios del 14 de abril y que ganó Maduro por un estrecho margen de unos 260.000 votos. El resultado fue desconocido por Capriles al asegurar que el oficialismo se robó las elecciones.
“La convocatoria será respaldada por un nutrido grupo de venezolanos. Quizás no veamos un despliegue multitudinario como los del pasado, por diversas razones, entre ellas que los mensajes de la oposición no tienen la amplificación necesaria en los medios locales, pero habrá gente”, dijo el analista y consultor Edgar Gutiérrez.
La protesta opositora, añadió Gutiérrez en un correo electrónico enviado a la AP, es para mostrar su capacidad de movilización antes de las elecciones, lo que es más necesario ante la debilidad que últimamente han presentado.
“Derrotas electorales sucesivas, problemas de financiación importantes, ciertos desencuentros a lo interno y mínimo alcance en los medios de comunicación radioeléctricos, son los principales rasgos de esa debilidad, a lo que yo añadiría cierto nivel de desesperanza. Por eso comentaba, ayer (en meses pasados), frente a un adversario poderoso y popular (como Chávez) muchos lucharon. Hoy, frente a un adversario más débil y mucho menos popular, hay desesperanza”. AP