Leí recientemente un excelente artículo de un comentarista que utiliza el seudónimo Enrique Standish el cual casi suscribo en buena parte. Su título es “Venezuela llega finalmente al comunismo”. Con gran cuidado hila la secuencia de eventos que en los últimos 14 años nos han ido metiendo cada vez mas a fondo al tremedal en que estamos. Luego de esta lectura revisé el articulo “La idiotez de llamar plebiscito al 8D” de mi amigo Alberto Franceschi quien con su estilo combativo denuesta no solo del gobierno sino también de los lideres opositores. En general coincido en parte de lo que aseveran ambos, pero tengo diferencias.
En democracia no hay pensamiento único ni verdades absolutas. La mayoría tiene su propia verdad pero la mantiene in pectore. Voy a tomarme el atrevimiento de expresar la mía. En primer lugar voy con Standish. Para el ya llegamos finalmente al llegadero. A mi parecer vamos hacia el comunismo, pero no hemos llegado aun. Nuestra gente es tercamente democrática pero la pobreza evidente los obliga a coger los mendrugos que lanza el gobierno como si fueran perros velando. Estamos en la “introducción al comunismo”, poco a poco y sin vaselina, por instrucciones de los hermanísimos de La Habana siguiendo el libreto del Foro de Sao Paulo.
El comunismo es mucho peor que el bodrio corrupto e ineficiente que el indocumentado nos trata de atosigar por cuotas. Ahora ese fantasma viene con todo disfrazado de “Ley de La Patria”. A esa amenaza debemos responder con todo. Si el comunismo termina de llegar solo nos quedará aullar a la luna como lobos esteparios o alzarnos con todos los hierros contra la dictadura roja. Por fortuna no hemos llegado al matadero comunista, pero alevosamente nos siguen llevando en esa dirección. En la medida que nos acercamos al abismo aumenta el numero de “radicales” en la oposición. La verdad es que la MUD se quedó atrás y ahora los “radicosos” somos mayoría, el Grupo La Colina esta con el trasero al aire y todo el mundo sabe quienes son los vendidos. Los mejores aliados que tenemos es la insondable ineptitud de los enchufados y la enorme avaricia de los boliburgueses.
En cuanto a Franceschi, comprendo su exasperación y su necesidad de catarsis. Ante la sospechosa actitud de la MUD que se cree dueña de la oposición manteniendo el monopolio de la asesoría electoral y las relaciones con el CNE en manos de los adláteres de Petkoff dan ganas de mentar madres. En este sentido el cristiano Ramón Guillermo Aveledo peca además al mantener aun la suspicaz “irrelevancia” de la nacionalidad del indocumentado junto con una pequeña secta de mudistas que lo acompañan. Esa situación hace enardecer a cualquiera y vuela los tapones al mas ponderado provocando deseos de llamar a la abstención.
Que ganamos con la abstención? Creo que nada y en cambio “donamos” nuestro voto a la causa chavista. Que ganamos votando si nos van a robar de todas maneras? Para mi no votar es votar por Maduro y regalar el voto. Cual es la alternativa? El estallido social no se decreta, ni se planifica. Sabemos que ocurrirá pero no cuando. Cuando acontezca pasarán las cosas que deben acontecer, pero eso no implica que no debemos votar. Esto es aun mas valido después que el indocumentado el dia del apagón balbuceó en TV “Ganaremos el 8D porque tengó el botón para hacerlo”. Con este desparpajo insolente dejo al desnudo el tenebroso entramado de relaciones incestuosas entre el CNE, SMARMATIC y el régimen rojo.
Finalmente en cuanto a mis colegas militares, creo que no debemos contar con los tri y cuatrisoleados. Están gordos y buchones dentro de sus camisas color carmín gracias al atracón diario de corrupción que se disparan. Hay que tener cuidado con algunos subtenientes infiltrados por el Frente Comunista Francisco de Miranda. Al igual que el estallido social, nadie sabe cuando puede ocurrir una sublevación militar. Si hay alguno pensando en eso no van a ser tontos para anunciarlo.
En resumidas cuentas todos a votar este domingo. Creo que si no ganamos la mayoría de las alcaldías y la sumatoria de todos los votos, estaremos frente a un fraude mas en la larga lista de timos que como condecoraciones deshonrosas adornan al régimen. Cada bribonada aumenta la gran arrechera nacional contra los cubanos castristas y los traidores colaboracionistas locales. Simultáneamente sube la presión de la caldera venezolana acercando el estallido social y la explosión militar . Si nos roban, ganamos en arrechera y ellos solo ganan mas desprestigio. El comunismo no ha llegado aun. Debemos luchar contra su implantación. Nuestra misión es impedirlo!