El barco en el que viajaba como cocinero Harrison Okene naufragó en mitad del Océano Atlántico hace unos días. Mientras los buzos realizaban labores de búsqueda de supervivientes, y tras rescatar diez cadáveres, Harrison comenzó a pedir ayuda bajo una inmensa y milagrosa burbuja de aire que se había formado sobre su cabeza y que le permitía respirar, publica Que.es
El nigeriano tenía medio cuerpo sumergido en las aguas heladas y los buzos grabaron el rescate. “Estaba en el agua en total oscuridad pensando que era el final. Pensaba que el agua iba a llenar la habitación, pero no lo hizo”, dijo Okene.
Tras pasar 60 horas en una cámara de descompresión, una vez en la superficie, el hombre logró recuperar su normal presión corporal.
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