La procesión del Círio de Nazaré de Brasil y la Dieta Mediterránea han sido declarados hoy patrimonio inmaterial de la Unesco, junto a otros 12 elementos como la pesca del camarón a caballo de Bélgica o el “zhusuan” chino.
El Comité intergubernamental para la salvaguardia del patrimonio inmaterial de la Unesco, reunido en Bakú hoy, decidió la inscripción de 14 manifestaciones culturales en la lista del patrimonio inmaterial protegido de la Unesco, que reconoce tradiciones y saberes que reflejan la diversidad cultural de las comunidades que los practican.
El Círio de Nazaré es como se denomina a la procesión de la imagen de Nuestra Señora de Nazaret en la ciudad de Belem, en el estado brasileño de Pará.
Esta celebración tiene lugar el segundo domingo de octubre de cada año y consiste en una de las mayores procesiones religiosas del mundo, que traslada una imagen de madera de la Virgen María desde la catedral de la Sé hasta la plaza del Santuario de Nazaret en la ciudad de Belem.
Se trata de una procesión en la que un gran número de personas llegan de todo Brasil a esta localidad para acudir a este festejo en el que se mezcla lo religioso y lo profano, “reflejando así el carácter multicultural de la sociedad brasileña”, concreta el texto de la Unesco.
La dieta mediterránea, que representan Chipre, Croacia, España, Grecia, Italia, Marruecos y Portugal, “comprende”, añade el texto, un conjunto de conocimientos, rituales, tradiciones y símbolos relacionados con los cultivos y cosechas agrícolas, la pesca y la cría de animales, y también con la “forma de conservar, transformar, cocinar, compartir y consumir los alimentos”.
“Comer juntos es uno de los fundamentos de la identidad y continuidad culturales de las comunidades de la cuenca del Mediterráneo”, concreta.
Según la Unesco, este elemento del patrimonio cultural inmaterial “pone de relieve” los valores de hospitalidad, buena vecindad, diálogo intercultural y creatividad, y además desempeña un “papel esencial de factor de cohesión social” en los espacios culturales, festejos y celebraciones.
La lista de estas nuevas adhesiones se completa con la peregrinación anual al mausoleo de Sidi’Abd el-Qader Ben Mohammed en Argelia; los conocimientos y prácticas vinculados a la música del “imzad” de las comunidades tuaregs de Argelia, Malí y Níger; o el arte tradicional de tejer el “jamdani”, un tipo de tejido fabricado a mano por artesanos de la región de Dacca en Bangladesh.
También han sido incluidas la pesca del camarón a caballo en Oostduinkerke (Bélgica), el “zhusuan” chino, que se trata de los conocimientos y práctica del cálculo matemático con ábaco; la fiesta conmemorativa del hallazgo de la Verdadera Santa Cruz de Cristo en Etiopía o las “ostensiones septenales” lemosinas de la región francesa de Limoges.
La lista continua con las inclusiones del antiguo método georgiano de vinificación tradicional en “kvevris” (vasijas de barro) de Georgia; la “sankirtana”: cantos, danzas y música de tambores de Manipur (India); las procesiones de estructuras colosales llevadas a cuestas en toda Italia y el “washoku”: tradiciones culinarias de los japoneses para festejar el Año Nuevo.
Por último, se incluye la trilogía épica de Manas, Semetey y Seytek, una expresión de la memoria histórica del pueblo kirguís (Kirguistán). EFE