Tiene más coraje que muchos de sus colegas parlamentarios. Como diputada independiente más votada hace dos años, María Corina Machado se ha abierto camino en una Venezuela donde reina el miedo y la inseguridad. No le tembló la voz para echarle en cara al expresidente Chávez, cuando estaba vivo, que su política de expropiación de empresas era un «robo» descarado. Hoy, desde las trincheras de la oposición, Machado forma parte de la «Movida Parlamentaria», integrada por nueve diputados, que actúan para defender los derechos humanos y la defensa de la soberanía nacional. Habló con ABC en plena campaña electoral. Esta es la entrevista publicada en ABC de España, realizada por Ludmila Vinogradoff.
–¿Ganará la oposición en los comicios del domingo?
–En primer lugar somos la mayoría los que queremos un cambio profundo para Venezuela. En segundo lugar, la destrucción del país en todos los ámbitos y la arremetida del gobierno contra todo aquel que se opone y reclama un espacio de autonomía es el reflejo de que son una minoría. Es lo que estamos viendo estos días: desde las medidas económicas y la Ley Habilitante que yo llamo el Plan B de Maduro de la destrucción de la patria.
–¿Cómo califica el Plan de la Patria que se acaba de anunciar como ley Maduro?
–Es lo que quiere imponer una minoría. Esa ley fue protestada y rechazada en el referendo de 2007. Ese plan es absolutamente violatorio de la Constitución para imponer a la fuerza un modelo totalitario. El gobierno lo que quiere es un modelo igualito al cubano donde imperan las colas para comprar, la violencia, racionamiento y enfrentamientos.
–¿Qué impresión ha recogido en sus recorridos por el interior?
–Es impresionante el rechazo popular que está teniendo Maduro. En mi recorrido por el estado Apure y el Táchira vi que están controlados por la guerrilla colombiana, el ELN. En el poblado fronterizo de Guasdalito era conmovedor ver a los guerrilleros armados tan tranquilos mientras la gente salía a acompañar nuestra campaña. Es una demostración de que nuestro gobierno ha permitido la violación de nuestra soberanía. El 30 % del territorio del Táchira está controlado por la guerrilla y los paramilitares colombianos.
–¿De qué lado está Maduro?
–¿Cómo se atreve Maduro a pronunciar la palabra soberanía y entregar nuestro territorio a los cubanos y grupos irregulares colombianos?, me pregunto yo. Otro ejemplo es la entrega de nuestro Esequibo a Guyana. Ahí está mutilando el territorio venezolano. Hemos denunciado al Gobierno de Maduro por traición a la patria y vamos a un proceso electoral donde vemos el mayor abuso y trampa institucional en toda su historia republicana. Nunca ha habido unas elecciones que tuvieran un abuso institucional como el de ahora.
–¿Cómo se explica que Maduro esté aplicando el Plan Patria que dejó Chávez como su oferta electoral en los comicios de octubre del 2012?
–Es el mismo plan que fue derrotado en el 2007 como es el Estado Comunal, el reordenamiento del territorio y la destrucción de la propiedad privada y su reemplazo por la colectiva y social, la ideologización de nuestros hijos, la erradicación del pluralismo y la alternabilidad democrática. Eso no puede ser una ley como lo presenta Maduro. Son unos lineamientos de un plan de gobierno y no pueden ser sometidos a un cumplimiento obligado.
-¿Le amparan los superpoderes para imponerlo?
-Maduro es un presidente ilegítimo, no tiene la mayoría para imponer ese programa. El 14 de abril pasado la mayoría no votó por él, así que no puede imponerlo.
-¿Qué deben hacer los electores?
-Los ciudadanos deben rebelarse ante la imposición del modelo cubano.
-¿Cómo pueden rebelarse legalmente?
-Como lo establece la Constitución que tiene los mecanismos claros. Nuestro voto del domingo es un acto de rebeldía. Cada voto va en contra de la dictadura, de las colas en el supermercado.
-¿Después de las elecciones del domingo qué viene?
-Hemos aprendido algo. No basta con ser mayoría y ganar votos, la mayoría tiene que permanecer en constante movilización. Maduro tiene que renunciar si gana la mayoría opositora el domingo y si no lo hace entonces se aplica la Constitución que abre la posibilidad de convocar una Asamblea Constituyente. Ahí está la ruta de la transición para la conquista de la democracia.