Como era evidente aquí no hubo y NO PODIA HABER ningún plebiscito. Estamos solo ante el acostumbrado reparto del repele del Estado, donde el régimen se permite ser un poco más generoso, atribuyéndole 20% de las Alcaldías a la llamada oposición. Si bien es cierto el volumen del rechazo al gobierno, en las grandes ciudades garantiza no tentar estallidos con fraudes muy visibles, lo que se vio con estas elecciones, fue más bien que el régimen apostó a dejarles, a la solicita oposición, la papa caliente de grandes ciudades llenas de calamidades por la crisis.
La lectura según la cual se vive peor en las ciudades y que allí el mayor rechazo al desastre le da ventajas a la oposición, es por lo menos un sin sentido, porque en la “Venezuela Profunda” de los pueblitos y ciudades pequeñas se pasa aún más roncha que en las vidrieras políticas de las capitales de estados.
La risita cínica del Alcalde del Municipio Libertador, dejando otra vez a Ledezma inaugurando talleres de pintura infantil, pero sin poder inventar, los rojitos, hacer fraudes en los bastiones de clase media híper crítica al régimen, hay que leerla como: “ni muertos” abandonan el oeste de Caracas, la sede de los poderes públicos nacionales y de su cinturón de hierro del lumpenaje armado por esa misma alcaldía, que protege con sus bandas motorizadas el gobierno delincuente…hasta que un día de estos, desde ese mismo oeste caraqueño se les saque de sus ratoneras como hicieron con los de la Seguridad Nacional del 23 al 25 de Enero de 1958.
Creo necesario declarar que si por un minuto dejaran de enredar floreando la mentada decisión democrática y de embellecer estos resultados, donde el gobierno se reserva el control del 90% del territorio nacional, lo que ahora NO DEBE pintarse, como ya anunció Capriles, es un escenario donde, según dice, lo único que debe prevalecer es buscar entendimientos con Maduro. Muy por el contrario deberían convertir esa perceptible mayoría en las grandes ciudades en un motor para la protesta implacable, hasta echar del poder al bandidaje autocrático, pero pedir eso es como no creer en que “San Nicolás” terminará por tirarles algo, para que siga la rochela colaboracionista de cohabitación política que encabezan el inefable Capriles y sus escuderos de la MUD.
Por eso podemos afirmar que cayó la última de las máscaras de la rasca electorera. Solo queda el ratón, la resaca, para el 95% de los candidatos y sus entornos, que pretendían cambiar sus días aciagos de pelazón a unos más prósperos.Otros, angustiados hasta no ver como quedaban sus numeritos luego de mediocres gestiones, se aferraban a la musiquita de la llevada y traída polarización contra este piltrafa de gobierno, para seguir teniendo su seguridad de cuentadantes del régimen, que les garantiza disponer de recursos para los suyos, en un país que se hunde a velocidad de vértigo en la miseria colectiva.
Algún día se sincerarán los que fingen no entender sobre que nada importante se jugaba en estas elecciones municipales, por la sencilla razón que apenas se trataba de un reparto final de lo que queda de república, del reparto del repele.
Pero se empeñaron en atribuirle grandes repercusiones hasta de desiderátum de lo que implicaba un plebiscito y ahora la verdad no sé qué dirán, salvo las consabidas propuestas de reconciliación y diálogo, que fue lo primera oferta de la “combativa” oposición repeledora.
Hace tiempo dejó de preocuparme quien recoge mejor la basura o adorna más las calles para navidad con algún guiso familiar para engalanarlas a un costo obsceno.
Lo que sí sé es que de cada alcaldía dependen miles de bocas y en algunos casos hasta más de 10.000.
Estamos hablando de por lo menos 100.000 chambas directas totales, pero con el consabido “goteo” de miles de contratos y contraticos de todo tipo, para otros tantos beneficiarios, desde el más común, el del afamado de “brocales y aceras”, seguido por “servicios profesionales” de “estudios y proyectos” hasta la construcción de Avenidas por sitios que se revalorizan multiplicados por 100 que por supuesto generan toda clase de contraprestaciones.
El “lomito” por supuesto de todo esto es para el Alcalde y sus más cercanos colaboradores, quienes por debajo de la mesa perciben 10, 100 y hasta 1000 veces más que sus elevados sueldos, cuando se contabilizan las “mordidas” por toda clase de permisologías caprichosas y asignaciones “especialmente dirigidas”.
Deben haber honrados entre los que quedaron, pero ya veremos cuantos más bien siguen el ejemplo del último de Valencia que se llevó hasta las pocetas.
Terminada la parranda electoral, con el país sumido en la peor crisis de un siglo o más y aun con la navidad anestesiante para lo que queda de año, no es difícil pronosticar que andar de alabardero de la “democracia del voto” no rebela nada distinto a querer ser socios de la defensa de la mantención del régimen frente a la parranda de calamidades que se nos vienen encima desde ahora mismo.
Ya se sienten los efectos del peor disparate imaginable que se le ocurrió al equipo de los asesores franchutes de Ramonet y los cubanos que “manayean” a Maduro: resolvieron liquidar todos los inventarios. Y los que los escondieron los venderán a precio de oro en enero, para cubrir las pérdidas millonarias del mes de Don Regalón, tun tun, llegó Nicolás.
Yo sé sin embargo, que cada vez quedan menos creyentes en la cofradía de la MUD que asegura un porvenir al lado de Maduro. Cada día que pase les costará más hacer tragar esta rueda de molino del colaboracionismo a quienes ya se les agotaron todas las esperanzas en soluciones fáciles y suaves, como las propias de la oposición modosita y responsable.
Quedan las soluciones reales, las que obligan a hablarle de frente al país y sin tapujos: NO HAY SOLUCION electoral, ni menos las indoloras, a esta bestial crisis incubada por 30 años, 15 de los cuales son de exclusiva responsabilidad de los rojitos castristas, tocándole a la oposición solo su papel de comparsa alcahuete. Los otros 15 son de la vieja republica que resolvió suicidarse luego de los golpes de Chávez, acompañados de los partidarios de la anti política de entonces, ahora disfrazados de líderes de la nueva generación.
Querámoslo o no, la única solución será de facto, la del PRONUNCIAMIENTO MILITAR y el establecimiento de un nuevo orden, que será transitoriamente autoritario, por definición, porque aquí hace 13 años se cerraron TODAS las vías democráticas para salir de este régimen. De no ser autoritario que alguien me explique cómo neutralizar unos 10.000 elementos armados por estos irresponsables lúmpenes del gobierno con los que siempre amenazan para asentarse más sólidamente mediante el terror.
Nada ha sido más efectivo para el gobierno, desde los tiempos de Chávez, que esta prédica del terror, que funciona tan bien hacia el Este y Sureste caraqueño.
Lo que nunca imaginaron fue perder, en pocos meses, el control que habían ejercido durante 15 años sobre las FFAA, a las que han buscado y logrado en parte corromper.
Su grave error fue tutelarlas con el perraje militar castrista que ya vive sus últimos días, porque ahora se hizo masivo el rechazo a su manipulación de las FFAA. Falló el cálculo de hacerlas socias del latrocinio y despotismo de este régimen de oprobio, que paradojalmente vivió pagando con servilismo y chuleo el tutelaje del régimen totalitario cubano.
Y mucho antes de lo que se imaginan, los cultores de esta rochela de cuentadantes administradores, también de las calamitosas ciudades en crisis, verán derrumbarse el país mientras ellos pretenderán salvarse con los suyos.
Puede suceder que aún no se enteran que vendrá un sacudón, pero muchos son tan “templaos” que podrán quizá, si son honrados de esencia y apariencia, seguir en sus puestos un tiempo más, por necesidad y razón de Estado de dar continuidad a partes de la institucionalidad, que habrá que transformar de arriba hacia abajo y ellos serán los últimos de la poda… y los que sean de verdad honorables y eficientes, podrán ser reelectos por sufragios limpios por primera vez.