Los aliados del presidente venezolano Nicolás Maduro ganaron la mayoría de las alcaldías en juego en las elecciones del domingo, en un espaldarazo popular al mandatario para seguir llevando a la atribulada economía por la senda del socialismo, reseña Reuters.La primera pulseada electoral entre Maduro y sus opositores a ocho meses de haber asumido fue un termómetro del respaldo a las drásticas medidas económicas implementadas en las últimas semanas para intentar domar la constante alza de precios.
“El pueblo de Venezuela le ha dicho al mundo que la revolución bolivariana continúa ahora con más fuerza”, dijo Maduro ante seguidores. “Esta semana vamos a profundizar la ofensiva económica para proteger a la clase media”, agregó.
El oficialismo obtenía el 44,16 por ciento de los votos totales y la mayoría de las alcaldías con un 77 por ciento de los municipios escrutados.
Pero con el 40,96 por ciento de los votos, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ganaba terreno y se quedó con las principales ciudades del país en los comicios en los que buscaba ratificar el respaldo obtenido en las presidenciales de abril, cuando perdió por menos de un punto porcentual.
La oposición había llamado a votar en una suerte de examen a la gestión de Maduro, que ha tenido que lidiar con una inflación que roza el 55 por ciento y una escasez de productos básicos que alcanza hasta al papel higiénico.
Sin embargo, sólo seis de cada 10 venezolanos empadronados fueron a sufragar.
Los resultados preliminares pero irreversibles que dio el Consejo Nacional Electoral (CNE) arrojaron que el gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) ganó en 196 de los 337 municipios. La oposición logró imponerse en 53, cuando faltaban todavía los resultados de otros 88.
“No voy a caer en el juego de Maduro de los porcentajes. Podemos sacar cuantas lecturas querramos, así es la política”, dijo Henrique Capriles, líder de la oposición y ex candidato presidencial, tras conocer los resultados del CNE.
“Para mí el mensaje hoy es un país dividido, nuestro país no tiene dueño y los que aquí estamos no descansaremos hasta unir a Venezuela”, agregó.
Maduro, un ex sindicalista de 51 años, ha culpado de los problemas del país petrolero -inflación, desabastecimiento, débil crecimiento económico y crisis de servicios- a la oposición que, dice, lleva a cabo una “guerra económica” con el objetivo de desgastar su Gobierno con el fin de desbancarlo.
En su ofensiva contra la alta inflación y la “especulación” el presidente ordenó bajar los precios en miles de tiendas, generando una estampida de consumidores ávidos.
Sin embargo, para la oposición la medida de Maduro fue “populista” y apuntaba a ganar votos el domingo sin resolver los problemas de fondo del país.
Las joyas de la corona
A pesar de que el oficialismo obtuvo más alcaldías por su presencia en las zonas rurales, la oposición ganó municipios adicionales a los que controla actualmente y se quedó con varios de los emblemáticos.
La alianza de partidos opositores agrupados en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) logró el triunfo en municipios con muchos votantes como Maracaibo, Valencia, Iribarren, San Cristóbal y Barinas, la cuna del fallecido líder y mentor de Maduro, Hugo Chávez.
Barinas había estado en manos oficialistas desde hacía más de una década.
Aunque el municipio Libertador, el mayor de la ciudad, se mantendrá liderado por el PSUV, la alcaldía mayor de Caracas -que regenta los cinco distritos que componen la capital- quedó en manos opositoras. La oposición logró quedarse con cuatro de los cinco municipios que componen la capital.
“Los símbolos son las ciudades más representativas del país y dan una fuerza ‘perceptual’ relevante a la oposición como ganador de este índice”, explicó Luis Vicente León, presidente de la encuestadora Datanálisis. “Pero no logró el objetivo de castigar la gestión Maduro en votos”, concluyó.