La abogada especialista en Derecho Laboral, Emma Neher, afirmó que la figura legal de la inamovilidad laboral, que fue extendida en Venezuela hasta el 31 de diciembre de 2014, debe ser una medida excepcional y no de uso corriente, publica globovision.com.
“La inamovilidad debería ser una medida excepcional, el problema es que tenemos una década y nos acostumbramos a trabajar con ella, el tiempo promedio debe ser de 3 a 6 meses”, explicó la jurista en el programa Primera Página.
Neher señaló que el principal problema con la prórroga de la inamovilidad laboral radica en la práctica con el proceso interrumpido en la admisión de las faltas de los trabajadores en las inspectorías de trabajo.
“El problema es que no le dan curso a las calificaciones de falta, si los inspectores dieran curso a estas solicitudes, el patrono pudiera resolver (…) el problema es que hay una impunidad absoluta”, aseveró la abogada.
En tal sentido, para la especialista no es sorpresa que esta figura legal, implementada en el país desde 2003, fuera extendida nuevamente. Así pues, definió a la inamovilidad laboral como “un matrimonio sin divorcio, un matrimonio bien costoso”.
El encarecimiento al que alude la especialista es el correspondiente al costo que significa para la empresa el despido de un trabajador.
“Generalmente los empleadores quieren salir de los que no son productivos y en ese momento los trabajadores te piden más para salir de la empresa”, apuntó Neher en Globovisión.
Cuestionó la abogada la figura de la inamovilidad en el marco legal venezolano debido a que “ya está prevista en la reforma de la Ley Orgánica del Trabajo para los Trabajadores y las Trabajadoras”.
Sin embargo, dijo que la mayoría de los trabajadores en las empresas son los beneficiados con la extensión. “Los únicos para los que no aplica este decreto son los directivos y los trabajadores que tengan menos de un mes en las empresas”, comentó.
Es por ello que, según lo explicado por Neher, la inamovilidad laboral y la estabilidad absoluta “nacen” a partir del primer mes de trabajo en las empresas.
“Se premia al que peor se porta, el trabajador se siente intocable, el empleador tiene que reducir nómina”, refirió la abogada como una de las consecuencias de la inamovilidad en el ambiente laboral de las empresas.
Es por ello que recomendó que los jefes de las empresas garanticen un buen ambiente laboral en el que “se sientan cómodos”.