Tras el paréntesis de las elecciones municipales del pasado domingo, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha continuado con su «ofensiva económica» contra los comercios e imponiendo rebajas de precios por decreto. Esta vez les ha tocado el turno a las jugueterías y, con especial atención, a las funerarias, a las que acusó de «especular» con el «dolor ajeno», publica abc.es.
Tras investigar los precios cobrados por la empresa Vallés, la más famosa cadena caraqueña de funerarias, el jefe del Órgano Superior para la Defensa Superior, general Herbert García, anunció la inmediata inspección de las funerarias, «un área muy sensible» que, en su opinión, requiere la inspección de precios como «necesidad del pueblo venezolano».
El general aseguró que los dueños de la mencionada funeraria «tienen que entrar en un profundo proceso de reflexión (…), reflexionar en su estructura de costos y márgenes de ganancia porque la prestación de este servicio tan sensible» no puede tener, a su juicio, un objetivo «financiero». Herbert García amenazó con «ir a los lugares que tengamos que ir para supervisar que este tipo de especulaciones con el dolor ajeno no se produzcan en el marco de un Gobierno socialista».
«Proteger la Navidad»
Después de la tregua de las elecciones municipales del pasado día 8, en las que el chavismo obtuvo casi seis puntos más la oposición, Maduro avanzó este jueves que su Gobierno continuará con las inspecciones de comercios de diversos sectores para bajar los precios y así «proteger la Navidad de todos los venezolanos». En esta segunda fase de la campaña, las inspecciones se centran también en los juguetes, alimentos, ropa y calzado.
Tras denunciar sobreprecios de hasta un dos mil por ciento, el chavismo considera un «precio justo» aquellos cuyo margen de ganancia no supere el 30 por ciento. Hace un mes que Maduro declaró la guerra a los empresarios. Primero comenzó a exigir la rebaja de los precios de los electrodomésticos, lo que contribuyó a aumentar su popularidad y le ayudó a superar las elecciones locales, planteadas como un plebiscito por la oposición.