Cientos de personas forzaron este viernes las barreras policiales para dar su último adiós al icono de la lucha contra el apartheid, Nelson Mandela, en el último día de su capilla ardiente en Pretoria.
Una multitud de personas forzó el acceso cuando la policía anunció que no podrían entrar en la sala en la que se encontraba el féretro del primer presidente negro de Sudáfrica.
El grupo corrió hacia el anfiteatro de Union Buildings, la sede del Gobierno sudafricano, en la que el cuerpo de Mandela era velado desde el miércoles.
Este viernes era la última oportunidad para ver los restos mortales, antes de que sean trasladados a la localidad en la que Mandela pasó su infancia y donde será enterrado el domingo, Qunu.
Debido al gran número de asistentes, mucha gente que espero en la fila durante horas, o incluso días, quedaron decepcionados.
Apenas dos horas después de que se abriera el acceso al público para acercarse al féretro descubierto de Mandela, en la mañana de este viernes, el gobierno dijo que no sería posible acoger a todo la gente que seguía esperando, y le pidió que se fuera.
Los agentes intentaron detener a un grupo que intentaba entrar en un primer momento, pidiéndoles que permanecieran en fila, pero acabaron cediendo.
“La policía dijo que deberíamos hacer una fila, pero (la gente) no lo hizo. Después empezaron a empujar”, dijo Gilbert Setshedi, de 27 años y que hacía cola desde las 7H00.
AFP
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