El viernes 13 ya era una fecha terrorífica mucho antes de la interminable saga de los 80. Tanto que no solo existe un nombre científico para la fobia al número trece, la triscaidecafobia, sino incluso uno concreto para el horror a los viernes 13: friggatriscaidecafobia.
Tanto el número 13 como la jornada del viernes tienen una arraigada tradición de mal augurio en las culturas occidentales, en parte relacionadas con los relatos religiosos: en la Biblia, 13 fueron los asistentes a la Última Cena, y el viernes es el día de la crucifixión.
Otra leyenda, ésta relacionada con la Edad Media, asocia el miedo al 13 al fin de la orden de los Templarios: un viernes 13 de 1307 la Santa Inquisiónn persiguió y detuvo masivamente a los caballeros de la orden acusándoles de herejía y realizando una de la mayores matanzas colectivas de la Edad Media.
El pavor al número 13 está tan arraigado que se evita su uso en documentos o lugares públicos. Por ejemplo, en Estados Unidos esta planta no se cuenta en los hoteles, y en España no existe ningún DNI con esa numeración. ¿Exagerado? Pregunten a los tripulantes del Apollo 13 si no les hubeira gustado llevar otro nombre…