La detección de dos casos de chikungunya en Martinica y el aumento de casos confirmados en San Martín llevó hoy a otras islas del Caribe a alertar a sus ciudadanos ante la posible propagación de un virus que se transmite por picaduras de mosquito y causa síntomas parecidos al dengue.
La Agencia Regional de la Salud de Martinica detalló este jueves que el Centro Nacional de Referencia de Marsella (Francia) había confirmado la presencia del virus CHIKV en las muestras tomadas a dos pacientes, según detallaron hoy medios locales.
Por ello, las autoridades de ese departamento francés de ultramar de las Antillas Menores puso en alerta a sus médicos y laboratorios para que estén pendientes de la aparición de posibles nuevos casos de esta enfermedad, para la que no hay vacunas ni tratamientos.
Mientras, el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades detalló que las autoridades de San Martín -también en las Antillas Menores, a unos 240 kilómetros al este de Puerto Rico- confirmaron la existencia de 26 casos en la parte francesa de la isla (frente a los 10 que estaban confirmados hasta ahora) y estudian otros 12 sospechosos, localizados en tres focos diferentes.
“Parecen estar surgiendo nuevos focos en la zona francesa y se han detectado también nuevos casos en la parte holandesa de la isla”, apuntó este organismo, que también se hizo eco de los dos casos conocidos en Martinica, así como otro en Guyana, importado de Martinica.
Esta organización advirtió de que “el riesgo de propagación entre las islas del Caribe es elevado, especialmente ante el aumento de viajes en esta época navideña”, por lo que recomendó que también se refuerce la vigilancia entre quienes llegan a Europa desde esta región.
El Comité de Gestión de la Epidemia de Dengue en Guadalupe también se activó para informar al personal sanitario y a la población de los riesgos de la llegada de este virus a su territorio.
En Puerto Rico, la Directora de la Oficina de Epidemiología e Investigación del Departamento de Salud, Brenda Rivera García, instó hoy a tomar medidas de prevención para evitar el riesgo de infección.
“En este momento no hay que alarmarse, pero sí es prudente que nos preparemos”, explicó Rivera, quien pidió a la población que haga un esfuerzo por “eliminar los posibles criaderos de mosquitos” y protegerse con ropa, repelentes y mosquiteros.
Los síntomas de la fiebre de chikungunya, que hasta este mes jamás se había detectado en el continente americano salvo en casos de gente que se había contagiado estando de viaje en otras regiones del planeta, son fuertes fiebres y dolores musculares y en las articulaciones.
La semana pasada la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció que se había confirmado la existencia de diez casos en San Martín, lo que supuso la primera vez que se detectaba la propagación de la enfermedad en América de forma autóctona (no importada).
También es la primera vez que se tiene noticia de esta enfermedad en las Antillas, donde que se sepa, jamás se había importado este virus que provoca síntomas muy similares al dengue, una enfermedad que sí es más habitual en el Caribe.
Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) siguen de cerca la evolución de este virus por el Caribe, ya que se comprobó que las personas de San Martín afectadas no habían viajado recientemente, por lo que el virus está presente en las poblaciones de mosquitos de la isla.
“Una propagación de San Martín a otras islas del Caribe y las áreas continentales que las rodean es posible en los próximos meses y años”, alertaron los CDC, al reconocer que los mosquitos que transmiten este virus también se encuentran en algunas áreas de EE.UU.
En su web, detallaron que “los microbios no conocen fronteras” y aseguraron que “la aparición del virus de chikungunya en el hemisferio occidental representa otra amenaza para la seguridad de la salud”.
Según sus datos, entre 2006 y 2009 se detectaron 109 casos confirmados por laboratorio en EE.UU., pero todos eran viajeros que habían estado en India y las islas del Índico, donde en esos años se registraron intensos brotes de la enfermedad. Ninguno de los casos provocó brotes locales en este continente.
Los CDC calculan que cerca de 9 millones de residentes estadounidenses viajan al Caribe cada año, por lo que si el virus se expande por la región, se puede introducir en la parte continental de EE.UU.
“Los viajeros infectados podría provocar que la transmisión local del virus en EE.UU. si los mosquitos pican primero a una persona infectada y luego a otra”, advirtieron los CDC. EFE