Entre los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi (Rusia) y el Mundial de fútbol de Brasil, el planeta deporte se dispone a vivir un año 2014 lleno de apasionantes desafíos.
Cierre los ojos… Un aire dulce sopla en las gradas y la luz de Maracaná atraviesa los océanos para introducirse en las pantallas de mil millones de telespectadores.
Es la tarde del 13 de julio de 2014 y Brasil se dispone a coronar a la ‘Seleçao’ en la final del Mundial ¿El rival? España, el defensor del título, Alemania o puede que la Argentina de Lionel Messi.
Pero antes de que el sueño de la Seleçao de ganar su sexta corona mundial se haga realidad, este país de 200 millones de habitantes se enfrentará al reto de organizar su primer evento deportivo de primera magnitud en un contexto social particularmente tenso.
Para un gran segmento de la población ignorado por el crecimiento económico la presencia de las cámaras de televisión puede suponer un excepcional trampolín, como ya ocurrió en junio de este año durante la Copa de las Confederaciones.
La capacidad del gobierno brasileño para encauzar las reclamaciones será una de las claves para el éxito del Mundial.
En el otro gran evento deportivo del año, los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi -que se disputarán del 7 al 23 de febrero-, los condicionantes sociales también tendrán un papel principal.
Rusia ha invertido una enorme cantidad de dinero para organizar los que serán los Juegos más caros de la historia (50 millones de dólares).
Pero las obras faraónicas llevadas a cabo en la ciudad balneario de Sochi no han hecho olvidar la polémica por el recorte de derechos de los homosexuales o la posible vigilancia en las conexiones a internet durante la quincena olímpica, con la amenaza terrorista como excusa.
Sólo unas pocas competiciones, entre ellas el descenso masculino programado para la jornada posterior a la ceremonia de apertura, permitirán olvidar las dudas que rodean los Juegos rusos.
El noruego Aksel Lund Svindal, el austriaco Hannes Rechelt, la estadounidense Lindsey Vonn y su compatriota Mikaela Shiffrin en esquí alpino, el canadiense Patrick Chan o el japonés Mao Asada en patinaje artístico están llamados a brillar en Sochi.
Además de los dos grandes acontecimientos, están los indispensables de cada temporada: En la Fórmula 1 Ferrari intentará terminar con el dominio del alemán Sebastian Vettel (Red Bull) con la poderosa dupla formada por el español Fernando Alonso y el finlandés Kimi Raikkonen, que regresa a la Scudería.
En el tenis la leyenda Roger Federer tiene una última oportunidad de retrasar su declive, ante la pujanza de Rafael Nadal -número uno del mundo- y Novak Djokovic.
En ciclismo será el año en el que el colombiano Nairo Quintana deberá confirmar todo lo bueno apuntado el curso pasado en el Tour de Francia. Es el principal candidato para terminar con el domino de Sky y de su líder Chris Froome.
Y como no, el fútbol y su competición más destacada, la Liga de Campeones. El campeón Bayern Múnich y otras potencias clásicas como el Barcelona, el Real Madrid o el Manchester United lucharán por el preciado título con clubes emergentes como el París Saint-Germain o el Manchester City.
El gasto de los clubes será uno de los grandes debates en el deporte rey durante 2014. Entrará en vigor la segunda fase del Fair Play financiero y seguirá generando polémica la designación de Catar como sede del Mundial-2022.
Si, como quieren la FIFA y la UEFA, la Copa del Mundo-2022 se disputa finalmente en invierno, los campeonatos nacionales, especialmente los europeos, tendrán que redefinir sus calendarios, algo complicado cuando entran en juego los derechos televisivos… Una vez más, una cuestión de dinero. AFP