Aunque el tercer hijo de la oscarizada Kate Winslet llegó al mundo hace casi dos semanas, la actriz y su marido, el empresario Ned Rocknroll, no han querido todavía hacer público el nombre de su primer retoño juntos, lo que no ha evitado que los miembros de su círculo más cercano hayan decidido desvelar por su cuenta que el pequeño se llamará Bear [oso].
“Lo cierto es que los dos están encantados, muy felices por haber recibido ya a su primer hijo. Todavía no se han atrevido a anunciarlo públicamente, pero el niño se llama Bear y es toda una bendición”, reveló al diario The Sun una fuente cercana a la pareja.
La originalidad del nombre podría explicarse, entre otras razones, por el carácter extravagante de Ned Rocknroll, quien en el año 2008 no lo dudó un instante a la hora de deshacerse de su nombre original, Abel Smith, para que en sus documentos de identidad quedara claro que siente una gran afición por la música rock. Tanto es así, que en la discreta boda que protagonizó hace exactamente un año con la famosa actriz británica, el empresario ni siquiera pensó en recuperar su antiguo nombre para darse el sí quiero en la iglesia y delante de familiares y amigos.
Tras haber protagonizado este año una sola película, ‘Labor Day’, por su intención de concentrarse en su faceta maternal, Kate Winslet se encuentra actualmente aislada del mundo exterior y disfrutando al máximo de su vida doméstica junto al hombre de su vida, su recién nacido, y los dos hijos que atesora de anteriores matrimonios, Joe (10 años) -fruto de su relación con el director Sam Mendes- y su primogénita Mia (13), hija del también director Jim Threapleton.
“Este tercer embarazo ha sido diferente a los anteriores y, desde luego, no ha sido tan duro. La experiencia de haber pasado por este proceso varias veces me ha dado los conocimientos que necesitaba para cuidarme mejor durante todo el proceso de gestación, así como evitar ciertas actividades que me dejaban exhausta. Es cierto que me considero una mujer muy afortunada”, aseguraba la intérprete al diario Evening Standard.
Fuente: El Mundo