La sección belga de Médicos Sin Fronteras denunció que 950 refugiadas de la República Democrática del Congo (RDC) en Angola fueron violadas entre enero y noviembre de este año durante su deportación del país lusófono.
La ONG atiende a las víctimas de las violaciones en las zonas de Luambo y Kamonia, en la provincia de Kasai-Occidental (en el oeste de la RDC), donde MSF ofrece apoyo a los refugiados congoleños deportados de los territorios vecinos.
“Los militares angoleños cometen actos colectivos de violencia sexual, según los testimonios de las víctimas”, se lee en el comunicado de la organización, que desde agosto de 2012 trata caso de congoleñas expulsadas de Angola que son víctimas de violaciones.
MSF hace frente desde el pasado mes de mayo a la llegada masiva de congoleses deportados de Angola y el texto explica que “las expulsiones vienen acompañadas muchas veces de violencia”.
Pese a las medidas adoptas contra la violencia sexual por las autoridades de Angola y la RDC, las violaciones de mujeres congolesas y de sus hijas continúan produciéndose.
Por ello, MSF considera “inaceptable” la falta de atención a las víctimas de las autoridades angoleñas, y exige al Gobierno de Luanda que proteja a los refugiados y persiga a los responsables de los abusos.
EFE