También la funcionaria debería ocuparse no solo de la buena imagen de la gestión bolivariana sino de quien preside los destinos del país, amén de sus ministros y altos funcionarios. Pero la ministra no lo entiende así, y con su desatinada labor de propaganda le coloca piedras en el camino al señor Maduro, que ya bastantes problemas tiene con la hiperinflación, la violencia del hampa que mata a diario, en promedio, a una veintena de ciudadanos, especialmente mujeres, ancianos, jóvenes y niños.
Encima, los consejeros económicos del señor Maduro no dan pie con bola y cada una de las nuevas medidas que le proponen a Nicolás no tienen otro efecto que hundirlo más en el pantano del endeudamiento interno y externo, en la entrega del país a los inversionistas (¿o imperialistas?) rusos y chinos, que no regalan dinero como lo hacía Chávez sino que cobran capital e intereses rigurosamente en dólares, petróleo y minerales.
La “Lista Rodríguez” (pues así es el apellido de la susodicha funcionaria) pretende someter al escarnio público a todo opositor que se le ocurra viajar al exterior en época de vacaciones, como si eso fuera un delito y no la demostración de que todavía en este país se puede agarrar las maletas y trasladarse a algún sitio de este continente para descansar, visitar a un familiar, llevar a los hijos a conocer otros parajes, en fin, para lo que le provoque a cada quien.
Pero a la señora Rodríguez (quien como asesora de Roy Chaderton viajó muchas millas a costa nuestra y a todo lujo) le indigna que los venezolanos viajen porque seguramente quiere que Venezuela se parezca a la república comunista de Corea del Norte, donde conseguir un pasaporte y un visado para salir al exterior es más difícil que comprar un litro de leche en polvo en Caracas para alimentar a nuestros hijos.
La ministra olvida que hasta hace poco en Cuba estaba rigurosamente prohibido viajar al extranjero y que apenas hoy se ha abierto una rendijita para que algunos cubanos no comunistas salgan legalmente, gota a gota, a Europa o Estados Unidos.
En Corea del Norte quien intente salir del país sin la venia de las autoridades es fusilado de inmediato, en Cuba son condenados a prisión y los que huyen en balsas son ametrallados por la Marina o la Aviación cubana, y si se salvan los esperan centenares de tiburones. Hoy el golfo de México es el mayor cementerio marino de la república socialista de Cuba. ¿Es eso lo que usted desea señora Rodríguez?