Según un reciente estudio alemán, los adolescentes que se sienten independientes de sus padres miran menos porno que los que sienten que sus padres les controlan mucho la vida.
Por Sarah Moses/Hablemos de Sexo y Amor (RNW)
Los investigadores afirman que el sexo es un símbolo de madurez. El ver pornografía puede ser una forma de que los adolescentes se sientan adultos antes de practicar sexo de verdad. Pero la pornografía puede influir en su percepción del sexo.
La mayoría de los adolescentes alemanes de entre 16 y 19 años del estudio “colegas, padres y pornografía” habían visto algún vídeo o película porno. El 93% de los chicos y el 61% de las chicas. La mayoría de los chicos admiten que ven porno casi todos los días o, al menos, una vez a la semana. Los hábitos de las chicas son un poco menos intensos: la mayoría lo ven una vez al mes o menos.
Porno e independencia
Los investigadores encontraron que hay dos factores determinantes respecto a la cantidad de porno que los adolescentes usan. Por un lado, están influenciados por sus amigos: si los chicos de su entorno miran mucho porno y hablan de ello, tienden a hacer lo mismo.
Pero, lo que quizás es más sorprendente, es que tienen más probabilidades de acudir al sexo virtual si sienten que están bajo el yugo de sus padres.
Los investigadores afirman que existen tres factores determinantes de la independencia en la edad adulta: tener tu propia casa, ganar tu propio dinero y tener relaciones sexuales. Los muchachos que no tienen ninguna de estas tres cosas, parecen estar más predispuestos a mirarpornografía como sustituto del sexo en la vida real.
Las amistades y el porno
Los chicos y chicas que rellenaron la encuesta sobre porno visitaban habitualmente páginas web sobre sexualidad, por lo que el porcentaje de los que miran porno puede ser superior que para otros adolescentes alemanes. En los Estados Unidos y en algunos países europeos, aproximadamente dos tercios de los jóvenes han visto un video o una película que muestra abiertamente sexo y genitales, por lo que los investigadores consideran que se puede afirmar que la mayoría de los adolescentes están familiarizados con el porno.
Solo el 5% de los chicos y el 20% de las chicas aseguran que el porno que han visto ha sido por casualidad en contraste con la mayoría que ve porno porque quiere.
A la cuarta parte de los jóvenes (tanto chicas como chicos) les gusta ver porno con sus amigos. Y también hablar sobre lo que han visto. Los chicos son más propensos a charlar sobre ello (casi la mitad lo hacen a menudo con sus amigos frente al 20% de las chicas).
Si un grupo de muchachos habla demasiado sobre porno, hay una gran probabilidad de que algunos de los chicos del grupo sean grandes consumidores de porno, afirman los investigadores. Sin embargo, a las chicas no les afectan tanto las conversaciones sobre porno con sus amigas. Aún así, si piensan que sus amigas están viendo mucho porno, probablemente ellas también lo harán más a menudo.
La pornografía y las ideas de los adolescentes sobre el sexo
Los investigadores han descubierto que consumir porno influye en los pensamientos de los adolescentes sobre el sexo en la vida real. Los chicos y chicas que ven más porno creen que la gente empieza a tener relaciones sexuales a una edad muy temprana. También piensan que lo que se hace en la cama en la vida real es tan variado como en la pantalla.
En cuanto a lo que piensan del sexo y las relaciones el porno no parece influirles en absoluto. Tanto los que ven pornografía como los que no la ven tienen las mismas ideas respecto a con qué frecuencia las parejas son infieles y tienen rollos de una noche.
Es posible que algunas creencias sobre el sexo se originen en la infancia y que por lo tanto el ver porno no tenga ninguna influencia sobre ellas en una edad más madura. Según los investigadores, otras ideas pueden desarrollarse en la adolescencia, por lo que consumir pornografía como adolescente puede afectar a algunas ideas sobre el sexo y no a otras.