El pasado miércoles la Cámara Municipal de Baruta nos juramentó por cuatro años más al frente de la Alcaldía de ese municipio. Los retos no serán fáciles. Nuestra situación no es tan mala como en otros espacios de Venezuela, pero estamos conscientes que Baruta no es una isla, que no somos inmunes a la realidad de dolores inocultables.
Ninguna reelección puede hacer que el elegido pierda la razón y quiera imponerse sobre quienes gobiernan, pretendiendo doblegar sus creencias. Una reelección reconoce aciertos, pero compromete en corregir los desaciertos. No creo en la reelección indefinida. No es sano para la democracia la permanencia indefinida en el poder. Así, ésta será mi única reelección como Alcalde de Baruta, para que luego se practique la alternancia en el poder como marcaba la Constitución que en eso no debió ser modificada.
En Baruta logramos casi el 80% de los votos, con la mayor participación del Área Metropolitana de Caracas, superando la media nacional. Gracias a nuestros vecinos, la Unidad logró 11 de los 11 concejales, de diversas tendencias políticas, con quienes esperamos trabajar en equipo para seguir mejorando la vida de los baruteños. Procede un análisis profundo tanto desde el Gobierno como desde la Unidad de lo que nos pasó y en qué debemos todos cambiar para sacar a nuestra Venezuela de la crisis. Necesitamos diálogo e inclusión para trabajar todos por la gente y superar problemas graves como la inseguridad, la inflación y las fallas en los servicios públicos y mejorar la calidad de vida de nuestra gente.
Cuando se gobierna con criterios errados pasan cosas así: no hay patrullas para ser adquiridas por los gobernantes municipales, no hay camiones compactadores de basura a la venta, no hay en el mercado nacional de autopartes los repuestos para reparar maquinarias, no hay cemento del regulado falsamente por el gobierno para obras de infraestructura, no hay asfalto pues a las plantas no les llega alguno de los elementos esenciales para procesarlo. Por cada obra de infraestructura o compra de equipos, los municipios pagamos IVA al gobierno nacional. Todo esto tiene que cambiar. Aun así, hacemos importantes obras en las condiciones más adversas. En Baruta, los progresos en seguridad, salud, protección civil, estabilización geológica, educación, deporte, programas sociales, áreas verdes, automatización de servicios y protección animal son logros a mantener y hacer crecer. Nuestra casa cuna Luisa Cáceres de Arismendi, el nuevo monumental gimnasio vertical de Santa Cruz del Este, el centro de atención de emergencias Baruta 171, son pruebas de cuán importante es la descentralización para que las gestiones municipales atiendan los servicios que demandan los ciudadanos.
Más de cien parques; los nuevos centros de atención primaria de salud -Cafetal y Centro Polo- y el de Santa Fe, a ser abierto este mes, se suman a la red; más de cien taludes y fallas de borde estabilizados y en ejecución varios más; servicios de Protección Civil equipados y profesionalizados; servicios médicos y paramédicos de respuesta inmediata a las necesidades más importantes de nuestros vecinos; Polibaruta es referente nacional de eficiencia, profesionalismo y mística, en un país donde la desconfianza en los cuerpos de seguridad es la norma; un eficiente centro de emergencias 171. Son logros irrenunciables de los baruteños.
En esta gestión profundizaremos la solución del problema de la recolección de desechos sólidos y el mejoramiento de nuestra vialidad y movilidad. Este año estrenaremos TransBaruta, el sistema público de transporte interno. Requerimos mejor coordinación con los entes centralizados responsables de servicios que no funcionan bien, como el alumbrado público (Corpoelec) o las tuberías de aguas blancas y servidas (Hidrocapital). A los túneles, puentes y autopistas, también centralizados, les urge mantenimiento del gobierno nacional. La planta de compactación y transferencia de basura, construida en un 50% en Santa Cruz del Este, fue paralizada por MinAmbiente por ser de un gobierno opositor. El ministro tiene desde hace más de un año un recurso jerárquico por decidir. En el diálogo abogaremos porque proyectos como éste no sean detenidos por razones políticas.
Podemos coordinar políticas públicas con todos los niveles de gobierno, pero sin rendirnos ante condiciones ideológicas y exigiendo respeto a la pluralidad política que consagra la Constitución. Esperamos lo mismo del Ejecutivo. Los baruteños nos eligieron para generar soluciones. Esas soluciones tienen que ser creativas. Ya no basta con las de “librito”. En situaciones de crisis, debemos ser innovadores. Ese será el tono de nuestro nuevo mandato.