Una de tantas historias que salieron a la luz al derrumbarse el Muro de Berlín y luego con la disolución de la Unión Soviética era la de una enorme fábrica de calzados -estatal, por supuesto, como eran todas- en la que aparecieron varios millones de pares de un tipo de botas, arrumadas y perdidas en sus almacenes que jamás pudieron venderse porque nadie las quería, pero que siguieron fabricándose año tras año porque el “plan quinquenal de planificación científica socialista centralizada” (el “célebre” Gosplan) ordenado por el Soviet Supremo y por los grandes jerarcas del poderoso ministerio de Planificación, seguía colocando esa “meta” como esencial aunque no se correspondía con las necesidades reales de la gente. Los grandes jefes de la burocracia comunista decían que sí se necesitaban y lo “demostraban científicamente a la luz del marxismo leninismo”. Esas órdenes, pues, nadie las discutía. Y, por supuesto, no había periodistas ni medios de comunicación que denunciaran aquel mayúsculo despilfarro. Hegemonía comunicacional revolucionaria. Eran obedientes “a la patria y al socialismo” (como le gustan a Fidel, lo soñaba Chávez y reclama Maduro) ¿Sindicatos?. Je je. Silencio. ¿Oposición? La que pudiera haber estaba confinada en Siberia o con mucha suerte en el exilio. ¿Parlamentarios? Solo estaban para aplaudir y levantar la mano. ¿La clase obrera que era el poder popular y en cuyo nombre de realizaba la “dictadura del proletariado? Calladita para no perder el precario empleo… o algo peor.
Pero los seres humanos, es decir, el “mercado”, era terco. A pesar de la escasez y las privaciones, esas botas -no recuerdo por qué- no se vendían. Pero seguían fabricándose. A nadie se le habría ocurrido la herejía de contraponer el sentido común del “mercado” (eso es del “malvado capitalismo”) a las verdades de los sabios de la burocracia del Gosplan, del Soviet Supremo y del sacrosanto Partido.
Aunque el tiempo ha borrado ya de mi memoria algunos aspectos del emblemático caso, me vino a la mente esta semana cuando vi la noticia: Maduro ordenó (y ya está en Gaceta Oficial) crear 111 vice ministerios “para optimizar los resultados y el impacto de las obras”. Lo leyeron bien: 111 viceministerios, además del tristemente famoso “Vice ministerio para la Suprema Felicidad Social”. ¡Dios!. La burocracia para supervisar a la burocracia que a su vez debe vigilar a otros burócratas. “Eficiencia o nada”. ¿Recuerdan cuando en 1999, Chávez decía que “con 10 o 12 ministerios me basta”?. Bueno otro “legado” que dejó fueron mas de 30 ministerios. ¿Cuántos son hoy 33 o 35?. Y ahora Maduro “profundiza la revolución” al crear ¡ciento once! viceministerios.
El “estatismo salvaje” es así. ¿Recuerdan aquel desastre (que pudo ser tragedia y gracias a Dios, por un “tris” no lo fue) del derrumbe de 250 mts cuadrados de techo en la acería de Planchones de Sidor en noviembre de 2011? Todo comenzó con unos grandes filtros industriales dañados que nadie reparaba. Un mantenimiento de limpieza de techos que debía hacerse cada quince días, llevaba 7 u 8 meses parado “porque no hay dinero y se espera la autorización de arriba”. Una viga golpeada y debilitada por un accidente llevaba 11 meses esperando que Presidencia de la empresa autorizara contratar. Pero el presidente de Sidor, por ordenes de Miraflores, no tenía “firma autorizada”. Debía pasar un informe al Mibam y a esperar. Pero el Mibam no tenía presupuesto propio, salvo para el personal de rutina. Así que pasaban un informe a Chávez para que éste autorizara un crédito adicional. Hasta que cayó un aguacero que se mezcló con el polvillo de meses. La lluvia no esperó por la burocracia revolucionaria, militarista y centralista. Ese es el centralismo planificado típico del estatismo salvaje. Lo mismo que le hicieron a todas las carreteras y autopistas del país arrebatándolas a las gobernaciones “para centralizarlas”. Las bandas delictivas lo celebran. Por eso el Puente Orinoquia tiene 2 o 3 años sin alumbrado. Y así. Todo eso me viene la mente cuando leo la “grandiosa y profunda” orden “socialista y revolucionaria” de Maduro: ¡Ciento once viceministerios!. Debe haber superado a la inefable burocracia cubana.
TIP 1: Todo paralizado en Guayana. Tocoma no avanza. Sidor no produce. Pellas olvidada. ¿Planta de Tubos? Mas o menos como las Termoeléctricas de Sidor. ¿Las briqueteras? Paralizadas, inactivas. En ese momento leo un tuit de @esparzari que recuerda aquella canción infantil: “Un elefante se balanceaba sobre una inmensa burocracia; como veía que resistía, fue a llamar más camaradas RT @cocap: 111 Viceministros.”. Es la “guerra económica” de la revolución en contra del pueblo.
TIP 2: Leído en twitter. 1.- @PedroBenitezF “Algún chavista que esté por ahí me responda: ¿Simón Bolívar tenía la mente “colonizada” por haber denominado Colombia en homenaje a Colón?. 2.- @porlagoma“#LiberenASimonovis ya basta de maldad con la familia @simonovis @bonysimonovis”. 3.- @mlhccs : “¿Alguno de los 111 nuevos viceministerios es para luchar contra la burocracia, la ineficiencia y la parálisis?”. 4.- @fanzinero“Cada 14 de enero se me parte el alma al ver a madre de Mijaíl Martínez en procesión con foto de su hijo #DivinaPastora