Al menos 143.000 venezolanos decidieron buscar fortuna fuera de su país, sobre todo en Estados Unidos y España, entre 2005 y 2010 alentados por la posibilidad de mejoras profesionales y escapando de la inseguridad que sufre el país, una salida que cala entre los jóvenes universitarios.
Alberto Andreo / EFE
Un informe publicado recientemente desvela que en 2010 había alrededor de 530.000 venezolanos en el exterior, frente a los 380.000 de cinco años antes, datos que se suman a encuestas realizadas en el ámbito universitario que desvele que para los jóvenes venezolanos emigrar es una de sus primeras opciones.
Las razones para irse o quedarse forman parte de la habitual discusión política en un país en el que todo es objeto de controversia entre chavistas y antichavistas, disputa, que, también, es otra de las razones enumeradas por quienes se alejan de Venezuela, según la profesora Anitza Freitez, de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) de Caracas.
Freitez publicó recientemente el informe “La emigración en Venezuela durante la última década”, en el que recoge el aumento del número de venezolanos que dejó el país en la última mitad de la década pasada.
La especialista explicó a Efe que recogió los datos de emigración de 70 países y de diversos organismos que trabajan el asunto, como el Banco Mundial, descubriendo que hasta en sitios como Australia el número de venezolanos residentes se había duplicado.
“El Instituto Nacional de Estadística (venezolano) es complicado que dé información, porque es una información que el sector Gobierno considera que se utiliza par hacer crítica de su gestión”, indicó, al hablar sobre al falta de cifras oficiales al respecto.
Estados Unidos con algo más de 170.000 y España con alrededor de 160.000 fueron los destinos favoritos de los venezolanos en ese periodo según el estudio de Freitez, directora del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la UCAB.
El número de emigrantes podría ser incluso superior, indicó, al recordar que muchos venezolanos poseen pasaportes europeos al ser descendientes de, sobre todo, portugueses, españoles e italianos que llegaron al país caribeño el siglo pasado en diversas oleadas.
Por este motivo muchos pueden haber utilizado este documento para acceder, por ejemplo, a España y de esta forma quedar fuera de los registros de inmigración a los que los investigadores tienen acceso.
Las pocas oportunidades para desarrollarse profesionalmente y la inseguridad son los motivos de la “población cualificada”, según Freitez, que decide abandonar el país en busca de nuevos horizontes.
El fenómeno de la emigración puede verse en la aparición de paginas en internet que ofrecen consejos e información sobre los principales destinos, y la inquietud sobre abandonar o no el país ha llegado a colegios y universidades.
A mediados del 2012 apareció el documental “Caracas ciudad de despedidas”, en el que varios adolescentes de clase acomodada plasmaban sus inquietudes sobre la posibilidad de vivir o no en Venezuela, dejando el latiguillo “me iría demasiado”.
Desde sectores juveniles afines al oficialismo se criticó el mensaje asegurando que en el documental no se reflejaba al venezolano joven promedio y hasta en una reunión del Consejo de Ministros, el fallecido Hugo Chávez bromeó sobre el asunto.
“No hablamos de eso entonces Héctor. Héctor disfruta mucho de eso. Demasiado. Me iría demasiado”, bromeó hablando con el entonces ministro para la Juventud y hoy de Educación, Héctor Rodríguez.
El experto en temas migratorios de la Universidad Simón Bolívar, Iván de la Vega, ha llevado a cabo varias encuestas en los últimos años.
En la última, elaborada el año pasado sobre una muestra de 1.200 universitarios de diferentes carreras en cuatro centros caraqueños, los jóvenes colocan la cuestión de la inseguridad en primer lugar de sus motivaciones para pensar en abandonar su país.
“El primer gran flagelo de Venezuela del año 2010 a la actualidad en los estudiantes en el último año de carrera es la inseguridad, en promedio entre el 61% y el 71,2%, el segundo el político y el tercero el mercado laboral y los bajos salarios”, indicó a Efe De la Vega.
La semana pasada tras el asesinato de la actriz venezolana Mónica Spear, un crimen que conmocionó la sociedad venezolana, algunas voces rechazaron la situación de violencia y la actriz Gaby Espino incluso dijo que no volvía a Venezuela.
“Es una minoría que odia a Venezuela, que dice que Venezuela es una porquería (…), nosotros sí amamos a Venezuela y nos sentimos orgullosos de vivir en Venezuela y de ser venezolanos”, replicó el presidente venezolano.