Unas 200 personas marcharon este martes en Cuernavaca, una ciudad del centro de México, para protestar contra la ejecución del mexicano Edgar Tamayo Arias, prevista para este miércoles en Texas (sur de Estados Unidos) por el asesinato de un policía, constató la AFP.
“¿Qué queremos para Edgar Tamayo?… ¡Queremos libertad! (…) Exigimos el perdón para Edgar Tamayo”, fueron las principales consignas de los manifestantes, que caminaron cerca de un kilómetro hasta la plaza principal de Cuernavaca, una ciudad del estado de Morelos cercana a Miacatlán, el poblado de donde Tamayo es oriundo.
Entre los manifestantes, muchos vestidos de blanco, se encontraban familiares, amigos y miembros de organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes.
Pese a “injusticia”, Tamayo está “tranquilo”
Desde Huntsville, una localidad de Texas (sur), donde está situada la cárcel en la que se encuentra Edgar Tamayo, su padre dijo este martes en una entrevista radiofónica que la ejecución de su hijo sería una “injusticia”.
Al momento de ser detenido y procesado hace 20 años por el asesinato de un policía, “no fue auxiliado por el consulado ni todas esas personas que deben estar cuando cometen algún delito”, declaró Héctor Tamayo a la radiodifusora mexicana Grupo Fórmula.
Tamayo Arias, de 46 años, fue condenado a la pena capital por el asesinato en 1994 de un policía en Houston, Texas.
Su padre añadió en la entrevista radiofónica que Edgar Tamayo “nunca” reconoció que ese crimen.
Sobre su estado emocional, su padre dijo que Edgar Tamayo aguarda en el corredor de la muerte de la cárcel “tranquilo” y que “no está llorando ni nada”.
“Nos dice a su mamá y a mí, pues que seamos fuertes, porque solamente Dios dice la última palabra. Él está resignado con lo que pase, pero nosotros estamos sintiendo lo peor”, añadió Tamayo después de reunirse con su hijo en la prisión de Huntsville.
Edgar Tamayo tendrá la mañana del miércoles una reunión, que podría ser la última, con sus padres y dos hijas.
“No nos queda más que estar tranquilos con lo que pase, porque el gobernador de Texas (Rick Perry) no le quiere hacer una revisión de su caso”, concluyó Tamayo Arias.
Pese a múltiples protestas por esta decisión judicial, su ejecución está programada para este miércoles a las 18H00 (23H00 GMT) en Huntsville, una localidad de Texas (sur).
Su caso forma parte de los expedientes incluidos en el famoso fallo del “caso Avena” de la CIJ, de 2004.
En ese fallo, la corte exigió a Estados Unidos que revise las condenas a 51 ciudadanos mexicanos cuyos derechos contemplados en la Convención de Viena no fueron respetados y analizar en cada caso si esa violación de las garantías consulares afectó la defensa de los acusados.
Activistas abogan por su vida
Además de la manifestación en Cuernavaca, este mismo martes, frente a la embajada de Estados Unidos en Ciudad de México, una organización defensora de los derechos de los migrantes instó al presidente Barack Obama y al gobernador de Texas, a anular la ejecución.
“No venimos a abogar por su inocencia sino por su vida”, dijo María García, fundadora y presidente de la ONG binacional Migrante Aztlán Chicago-México.
Ante una veintena de periodistas, la militante denunció que en la justicia estadounidense, “no es la misma vara con que se mide a un mexicano que mata a un policía que a un policía que mata mexicanos”.
El domingo pasado la cancillería de México expresó su firme rechazo a la ejecución de Tamayo, argumentando que sería “una clara violación por parte de Estados Unidos a sus obligaciones internacionales previstas en la Convención de Viena”.
El gobierno de México también ha llevado su reclamo ante la Organización de Estados Americanos (OEA) e incluso el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, pidió en diciembre a las autoridades de Texas postergar la ejecución para revisar el expediente.
AFP