Pero no fue todo. Mientras asestaba tamaño golpe al estómago del pueblo, Damírez soltó varios gestos de cinismo que me pregunto por qué no lo hizo jamás en tiempo del Gigante. Voy con uno. Hablando de los abusos de la llamada “burguesía parasitaria importadora”, dijo que no era correcto ni justo, casi un acto antipatria, un robo a la nación, seguir importando leche porque aquí había como producirla y que a ello se estaba avocando el gobierno. Por qué carajo nunca se lo dijo en vida, en su cara, al principal promotor de esa práctica, al líder interplanetario, que no solo fomentó la importación de leche sino de pollo, carne, caraotas y cuanto producto nos comemos solo para quebrar a los productores nacionales en una verdadera conducta de lesa patria llevando al país a importar el 80% de lo que consume y gastar en ello casi 60 mil millones de dólares anuales y ahora solo hay 42 mil millones de dólares que Damírez dice que es suficiente. ¡Sí, Luis!
También a los viajeros le ha tocado su ziporrazo, dejando claro que Maduro mintió descaradamente cuando dijo que el dólar de 6,30 bs permanecería por el “resto del año y por muchos más”. Saque cuenta. Los 3.000 $ viajeros que pagabas en 18.900 Bs (6,30) ahora lo pagará a 33.900 (11,30 x $) o en 45.000 si te aplican el máximo de la “banda”(15 x $).