Fue una embarcación grande que salvó a una pareja de cada especie animal y un puñado de humanos de un diluvio catastrófico.
Pero olvídese de todas esas imágenes de una embarcación larga con la proa en punta. Nuevas investigaciones sugieren que el Arca de Noé era redonda.
Una tablilla de arcilla de la antigua Mesopotamia (en lo que es hoy Irak) recientemente descubierta revela asombrosos nuevos detalles sobre el origen de la historia de Noé en el Viejo Testamento. Y cuenta una historia similar, con instrucciones detalladas para construir una enorme embarcación redonda, conocida como un “coracle”, una barca de armazón de mimbre y cubierta de cuero así como instrucciones estrictas de que los animales debían entrar “de dos en dos”.
La tablilla se exhibe desde el viernes en el Museo Británico y pronto los ingenieros seguirán las instrucciones para ver si un velero redondo puede navegar.
También es el tema de un nuevo libro “The Ark Before Noah” (El arca antes de Noé), de Irving Finkel, el encargado adjunto de temas del Medio Oriente del museo y la persona que tradujo la tablilla.
Finkel conoció de la existencia de la tablilla hace algunos años cuando un hombre se la llevó, un tanto dañada, y le dijo que su padre la había adquirido en el Medio Oriente después de la Segunda Guerra Mundial. Era de un color café claro, del tamaño de un teléfono móvil y cubierta en la escritura cuneiforme de la antigua Mesopotamia.
Resultó, dijo Finkel el viernes, “uno de los documentos más importantes jamás descubiertos”.
“Fue un momento realmente importante, el descubrimiento de que el arca debía ser redonda”, dijo Finkel, un hombre de barba canosa y larga, cola de caballo y un entusiasmo inacabable sobre el tema. “Fue una verdadera sorpresa”.
Sin embargo, agregó Finkel, que el arca fuese redonda es cosa de sentido común. El coracle se usaba a manera de taxi en el Irak antiguo y está perfectamente diseñada para flotar sobre aguas agitadas.
“Es perfecta”, dijo Finkel. “Nunca se hunde y es fácil de cargar”.
Otros expertos dijeron que Finkel no exagera en lo absoluto, aunque la exhibición de la tablilla coincida con el lanzamiento del libro. David Owen, profesor de estudios del Cercano Oriente de la Universidad Cornell, dijo que el curador del Museo Británico hizo “un descubrimiento extraordinario”.
Elizabeth Stone, experta en antigüedades de Mesopotamia en la Universidad Stony Brook de Nueva York, dijo que tiene sentido que los habitantes de la antigua Mesopotamia hayan indicado que la mítica arca era redonda.
“Cuando la gente piensa en una embarcación piensa en las que conoce”, dijo. Y estas embarcaciones no eran algo normal en Mesopotamia”.
La tablilla reproduce las instrucciones de un dios de Mesopotamia para la construcción de una embarcación enorme —con un área de 8.250 metros cuadrados (89.000 pies cuadrados) hecha de cuerda, reforzada con cuadernas de madera y calafateada.
Finkel dijo que en la tablilla las órdenes parecen tener sentido, pero todavía no sabe si hubiera podido flotar. Un documental filmado para la televisión que debe presentarse más adelante este año seguirá los intentos de construir un arca según la tablilla.
La historia del diluvio se menciona una y otra vez en textos como “La Épica del Gilgamesh”. A estas versiones les faltan las instrucciones técnicas, que Finkel piensa se eliminaron porque afectaban la narración.
“Sería como filmar una película de James Bond en que en vez de ver un carro deportivo rojo a toda velocidad alguien describa la potencia del motor, la presión de los neumáticos y la capacidad del maletero”, dijo. “Eso no le interesa a nadie. Lo que quieren ver es la persecución”.
Finkel sabe que su descubrimiento puede causar consternación entre los creyentes en la narrativa bíblica. Cuando expertos del Museo Británico conocieron por primera vez en el siglo XIX por las tablillas cuneiformes que entre los babilonios existía el mito de un diluvio, les asombró extraordinariamente que era muy similar a la historia de Noé.
“Ya en 1872 se estaba escribiendo del tema con preocupación”
Finkel no tiene dudas.
“Estoy seguro de que la historia del diluvio y una embarcación para salvar vidas es una invención de los babilonios”, dijo.
Finkel cree que la historia posiblemente pasó a los judíos durante su exilio en Babilonia en el siglo VI a. C. Y no cree que la tablilla ofrezca prueba alguna de que el arca descrita en la Biblia existió. Finkel dijo que es más probable que un diluvio devastadoramente real haya echado raíces en la memoria popular, y se ha mantenido desde entonces.
“No creo que el arca existió, pero muchas personas sí lo creen”, dijo. “Pero no importa. La versión bíblica tiene fuerza propia y tendrá esa vitalidad por siempre.
“La idea de que las inundaciones son causadas por los pecados sigue viva entre nosotros”, agregó, mencionando a un concejal en Inglaterra que generó titulares recientemente al decir que las recientes tormentas que afectaron Gran Bretaña se debieron a la legalización del matrimonio gay.
“Si lo hubiera sabido, lo hubiera incluido en el prefacio del libro”, dijo Finkel.
AP