El alcalde de Sochi, Anatoli Pajomov, ha asegurado que los homosexuales serán bienvenidos a los Juegos Olímpicos de Invierno que arrancan en febrero siempre y cuando respeten las leyes y no traten de “imponer sus hábitos”, pero ha dado a entender que no hay ninguna persona gay en la ciudad rusa.
Pajomov, miembro del partido gobernante Rusia Unida, ha negado que los homosexuales vayan a ser perseguidos con motivo de los Juegos Olímpicos. “Ofreceremos nuestra hospitalidad con todos los que respeten las leyes de la Federación Rusa y no impongan sus hábitos”, ha declarado el alcalde a la cadena británica BBC.
El gobernante ha negado que las personas gays o lesbianas vayan a tener que esconder su orientación, ya que es “su vida”. Sin embargo, acto seguido ha dicho que este tipo de personas no son “aceptadas” en Sochi. “No las tenemos en nuestra ciudad”, ha apuntado.
En una pregunta posterior, el alcalde ha introducido un leve matiz a su aseveración: “No estoy seguro (de que no haya gays), pero al menos no los conozco”.
La presencia de homosexuales como deportistas o espectadores de los Juegos Olímpicos ha sido una de las grandes polémicas de cara a la inminente cita, especialmente después de que Rusia aprobase una ley que castiga la promoción de orientaciones sexuales “no tradicionales” entre los menores de edad.
La semana pasada, el presidente ruso, Vladimir Putin, declaró que los homosexuales serían bienvenidos siempre y cuando “dejasen a los niños solos” y subrayó que las nuevas leyes “no prohíben las relaciones sexuales no tradicionales”, sino su “propaganda”.
Pese a la declaración de Pajomov sobre la población de Sochi, el corresponsal de la BBC en la zona ha podido visitar un bar gay en la ciudad. El líder opositor Boris Nemtsov también ha hecho hincapié en la contradicción entre las palabras del alcalde y estos establecimientos: “¿Cómo sobreviven? ¿Por qué no se han ido a la quiebra?”.