Magglio, hace 7 años te escribí una carta, la cual, sin yo quererlo, se hizo muy popular y publica, en la cual te criticaba tu falta de consistencia entre lo que promulgabas verbalmente (rasgándote las vestiduras socialistas y hasta comunistas) cuando muy al contrario, llevabas tu vida día a día , al mejor estilo del mas capitalista de los burgueses que todo lo pueden porque les gusta disfrutar de su dinero, lo cual para mi gusto, era una hipocresía del tamaño del estadio de fútbol que tu constructora hizo en los tiempos que tu compadre Tarek, era gobernador.
Ahora, 7 años después, vienes con otra marfilada que realmente deja muy mal parada a tu organización Caribes de Anzoategui, y al trabajo ejemplar que toda ese equipo realizo este año. Es indudable el éxito que tuvo el Sr Moscatel como Gerente General al frente del equipo, como también el éxito de Alfredo Pedrique como manager del año y en mayor grado, a ese grupo valiente de jugadores que estuvo a un tris, de coronarse campeón si la suerte no le hubiera sido esquiva en los 2 primeros juegos de la final, en los cuales apenas perdieron por una carrera. ¿Cómo es entonces que te atreves a publicar un tweet, lastimoso por demás, en el que dices que El Magallanes ganó porque maneja una gran chequera? Chico, ¿acaso tú no fuiste pelotero también? ¿Tú crees que el dinero es el que compra títulos? Si eso fuera así, entonces los Leones del Caracas (esos sí que tienen una chequera, inclusive, más grande que la tuya) hubiesen quedado campeones este año. Por otra parte, acaso insinúas que tus jugadores son menos que los del Magallanes y que como no cobran tanto como estos, jamás iban a poder ganar? Que falta de respeto muestras para con ellos.
Magglio, con dinero podrás comprar constructoras, como lo hiciste, también yates, aviones y mansiones en la mejor zona de Fort Lauderdale, Florida, como también lo hiciste; y hasta podrás comprar la mejor publicidad para lograr ganar una alcaldía, como sabemos ocurrió, pero lo que no puedes comprar con dinero, es dignidad y educación. No se por qué de repente me recordaste al cuento del hombre aquel que era tan pobre, tan pobre pero tan pobre, que lo único que tenia era dinero.
Por: Luis Gonzalo Álvarez Gonzalo