La escasez de medicamentos antirretrovirales para tratar la infección por el virus de inmunodeficiencia humano (VIH) y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) está llegando a niveles críticos, los usuarios reportan fallas constantes en la distribución de los fármacos en diversas ciudades del país.
Además de la falta de antirretrovirales, también se advierte la ausencia de kits de bioseguridad, indispensables para proteger al personal de salud en intervenciones quirúrgicas, así como la falta de reactivos para la realización de pruebas especiales para medir la carga viral, así como de resistencia a los antirretrovirales.
La Organización StopVIH lleva un registro mensual con información reportada directamente por las personas con VIH afectadas en distintas ciudades del país. Actualmente el desabastecimiento se hace sentir en los estados Aragua, Bolívar, Carabobo, Distrito Capital, Lara, Sucre y Zulia.
Jhonatan Rodríguez, Presidente de StopVIH, advierte que las autoridades en salud del gobierno nacional deben ser garantes del suministro gratuito de medicamentos antirretrovirales, no solo en teoría sino también en la práctica, por lo que es urgente que se investigue la deficiencia y asuman inmediatas medidas que corrijan las fallas.
El sistema de gratuidad no debe fallar, enfatizó Rodríguez, pues los costos de los antirretrovirales son sumamente elevados y la mayoría de las personas que necesitan estos fármacos son de muy bajos recursos, además que la escasez también abarca a las tres o cuatro fundaciones que tienen banco de medicamentos a nivel nacional.
Entre los medicamentos que reportan mayor escasez destacan las combinaciones Abacavir con Lamivudina (Kivexa®) (Bs.2.585); Entracitabina con Tenofovir (Truvada®) (Bs.4.150); Lopinavir con Ritonavir (Kaletra®) (Bs.895). Otros antirretrovirales prescritos para tratar la infección por VIH son el Combivir (Bs.2.555), Epivir (3TC) (Bs.1.570), Invirase (Bs.1.275), Norvir (Bs.520), Reyataz (Bs.2.882), Stocrin (Bs.350), Trizivir (Bs.3.255), Videx (Bs.895), con presentaciones de hasta un máximo de 30 unidades lo que eleva considerablemente el costo del tratamiento mensual por persona.
Rodríguez alerta que esta situación ya reiterativa desde el año 2009, coloca en desventaja las metas que se han fijado gobiernos y organizaciones a nivel nacional e internacional. La responsabilidad de reducir el registro de nuevas infecciones y la mortalidad por VIH está en manos del gobierno nacional, pero con este panorama es difícil que ello ocurra.
Es de recordar que las personas con VIH no pueden interrumpir su tratamiento antirretroviral una vez que estos son indicados por los especialistas, si se dejan de tomar el organismo hace resistencia a los fármacos y no hacen efecto para controlar la progresión de la enfermedad, lo cual expone a riesgo la salud y la vida de los usuarios de los fármacos.
Prensa StopVIH