El estrato I de la población –que abarca a los venezolanos más pobres– registró una inflación de 59% al cierre de 2013, lo que significó 9 puntos y medio más que para el estrato IV, que comprende a los ciudadanos de más alto poder adquisitivo y para quienes los precios subieron 49,5% en promedio, según cifras del Banco Central de Venezuela.
Los bienes en su conjunto aumentaron 60% en el año. Algunos rubros, como los productos pesqueros, subieron 123,9%, y los agrícolas se incrementaron 82,8%. En el caso de los agroindustriales el alza registrada fue de 68,2%, y en el de los manufacturados, 44%.
La población de menos recursos es la que destina la mayor parte de su presupuesto familiar a la compra de alimentos, de allí que los incrementos en los precios de esos productos tenga un gran impacto en su calidad de vida.
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