Una cuadrilla de más de 50 personas trabaja arduamente todos los días para hacer del río Neverí, en Barcelona, un lugar turístico y del atractivo de los anzoatiguenses.
El grupo, conformado por hombres y mujeres de distintas edades, se encarga da la limpieza de las riberas del afluente natural y de la bora inmersa en él.
En el sitio, la gobernación de Anzoátegui edifica seis quioscos donde serán vendidas artesanías y comida.
Además, está estipulada la construcción de nuevas caminerías, áreas verdes y varios muelles.
Así lo aseguró Richard Ramírez, ingeniero encargado de la obra.
“La gobernación busca recuperar y darle vida a este espacio. Para mediados de febrero está estimada la entrega de seis nuevos quioscos para reubicar a las personas que venden artesanías al aire ibre”.
En el sitio hay patrullaje policial durante el día y la tarde, para que las personas que deseen caminar en el espacio natural lo hagan con tranquilidad.
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