Higiene genital

Higiene genital

¿Cómo mantienes la vagina o el pene fresco y limpio? Todos sabemos lavarnos las manos, pero somos muchos los que no nos sentimos tan seguros sobre cómo lavarnos los genitales.

Pablo Hernández (RNW)/Hablemos de Sexo y Amor





¿Qué productos debes usar? ¿Cuál es la frecuencia necesaria? ¿Cuándo es demasiado? ¿Es realmente necesario que huelas a rosas ahí abajo? ¡No te preocupes, nosotros te ofrecemos las respuestas!

Debes…

Ser concienzudo y delicado
El interior de la vagina se limpia solo: es un órgano auto lavable. Sin embargo, lo cierto es que solo un baño o una ducha nos hace sentir limpios ahí abajo, al menos exteriormente.

Si tienes la necesidad de usar jabones, usa productos muy suaves, nada duros y nada que contenga demasiado perfume. Limpia solo el exterior y no frotes el interior de la vagina con jabón. Ello puede producir infecciones e irritación.

Lo mismo se puede aplicar a los hombres. Usa mucha agua y jabones neutros y sé muy concienzudo. El pene tiene muchos pliegues y arrugas: asegúrate de limpiarlos todos con suavidad.

Si no estás circuncidado, retira el prepucio para poder lavar la cabeza del pene y retirar el esmegma (la sustancia blanca que se acumula bajo el prepucio). Al igual que el interior de la vagina, la cabeza del pene es como el interior de la boca, y no es necesario usar jabón. Si lo haces procura que sea suave.

Tanto hombres como mujeres deben dejar el ano para lo último. Se aplican las mismas normas: mucha agua, un poco de jabón neutro y no frotar demasiado. Por último, asegúrate de aclarar bien todo el jabón de los genitales usando mucha agua y de secarlos bien y suavemente.

Evitar infecciones en el tracto urinario y en la vagina
Una buena higiene genital es fundamental para conservar la salud. Las infecciones del tracto urinario y de la vagina afectan principalmente a las mujeres porque su uretra es más corta y la vagina tiene más tendencia a infectarse.

A veces no es posible evitar una infección. Sin embargo, algunas mujeres son más propensas que otras. Si este es tu caso, prueba a cambiar tus rutinas de higiene.

Una vez más, no uses productos agresivos ya que pueden irritar los genitales. También debes evitar la humedad, así que ponte ropa interior seca y limpia después de haber entrenado o sudado mucho. Y en el water, una vez que acabes, acuérdate siempre de limpiarte de adelante hacia atrás. La razón es evitar que las bacterias malignas del ano lleguen a la vagina o al tracto urinario.

Estar atento a los cambios
El mejor momento para buscar y observar cualquier cambio es mientras limpias la zona genital. Algunos síntomas de que algo va mal son: un olor o una secreción anormal, granitos, hinchazón o puntos dolorosos. Es posible que tengas una ETS o que hayas sido demasiado entusiasta con la limpieza.

Si notas cualquier cambio, vigílalo durante un par de días y si no mejora o se pone peor, acude al médico para asegurarte de que tus genitales siguen estando sanos.

No debes…

Temer el olor: ¡dale la bienvenida a las feromonas!
Cada vagina y cada pene tienen un determinado olor. Es normal y natural. Hay glándulas sudoríparas en tus genitales que son las que producen ese olor. Son semejantes a las que se encuentran en las axilas.

Un poco de olor no tiene nada de malo y no debes intentar enmascararlo con un montón de desodorante o con un exceso de limpieza. Lavarte una vez al día es suficiente. Y un lavado extra antes del sexo, especialmente del oral.

Sin embargo, en vez de usar toallitas higiénicas muy perfumadas o jabones olorosos, acepta tu propio olor a limpio. Contiene feromonas, que son los mensajeros químicos responsables en parte de la atracción entre mujeres y hombres.

Pero si empiezas a oler a pescado o a ser desagradable, acude al médico. Puede ser una infección.

Ducharte o blanquearte
Chicas, no usen una ducha vaginal. Ello puede alterar seriamente el equilibrio vaginal y producir picor, irritación e infecciones. Y una vez que has cogido una infección la ducha puede hacer que las bacterias se extiendan más hacia el interior de la vagina. Ello puede dar lugar a problemas en el útero, los ovarios y las trompas de Falopio.

Y manténgase alejadas de cremas y lociones que prometen blanquear los genitales y el ano.Porque ellas también pueden causar irritación e infección.

Olvidar el resto de tu cuerpo
Una buena higiene no se limita al área genital. Ni tú, ni tu pareja, ni los demás se van a beneficiar si tus genitales están limpios y cuidados pero olvidas tu aliento y axilas durante semanas.

Por lo tanto, lávate los dientes dos veces al día, dúchate o báñate con regularidad y usa desodorante si sudas mucho y tus axilas producen mal olor. Lleva las uñas bien limpias. A algunas personas les gusta depilar o recortar el vello corporal. El que lo hagas o no es cuestión de gustos, pero te resultará más fácil mantenerte limpio y sin olores si tienes el vello corporal bajo control.