Para Lechner, 1996 “En la década de 1980 el análisis sobre la transición democrática en América Latina hegemonizó el estudio sobre las protestas sociales, de este modo, este tipo de movimientos se articuló con temas que recortaban como campos de preocupación la “gobernabilidad”. el “consenso”, la “participación / representación”, los “procesos de institucionalización política”, etc. La oposición democracia / dictadura marcó el sentido del eje de reflexión sobre la transición democrática; de ahí, que el análisis sobre las transformaciones socioeconómicas de las sociedades latinoamericanas haya sido subvaluado con respecto al estudio de la dimensión política”
Teorizar las protestas sociales es complejo, debido el móvil de las protestas son parte de la realidad social en la cual las aspiraciones de una sociedad aún no están concretadas o están dentro de una dimensión violatoria. En el caso Venezolano, los estudiantes organizados se convirtieron en un movimiento social muy significativo a partir de 1936, 1945 y 1958, los jóvenes universitarios no solo han luchando a través de la protesta por sus reivindicaciones sino han alzado sus voces en favor en quienes no la tienen. Podríamos visualizar esa realidad en las tendencias históricas articuladas a las acciones estudiantiles a favor de los cambios políticos, sociales y económicos de Venezuela. ¿Dígame quién no saldría a la calle si su casa estuviera ardiendo?
En los últimos gobiernos Venezolanos las protestas estudiantiles siempre han tenido espacios muy significativos por diversos aspectos, en la quinta república, las protestas sociales se han convertido en parte de nuestra vida cotidiana, ya casi las extrañamos cuando no la vemos en los medios de comunicación, en nuestros contextos o redes sociales.
Las protestas sociales y estudiantiles en este país han evolucionado, pasamos de aquellas multitudinarias marchas en que se exigía el fin del gobierno nacional, ahora las protestas se mueven por temas más puntuales y realizables constitucionalmente, pero ya no se caminan kilómetros para expresar exigencias, sino ahora se usan mecanismos como la huelga de hambre, coserse la boca y hasta la huelga de sangre, es decir las protestas significan el sacrificio de los movimientos sociales frente al Estado Venezolano, caso concreto, estas últimas iniciativas emergieron en la gestión de Chávez.
Vinculado a lo anterior, podemos decir que el móvil de las actuales protestas estudiantiles, los jóvenes no sienten que sus peticiones no son escuchadas por los sectores gubernamentales, existe sordidez y arrogancia en el régimen, todo parece indicar que la última palabra siempre la tendrá Nicolás Maduro, quien entiende a su manera y lo dice: “las protestas estudiantiles que se han originado en algunos estados del país son un acto de sabotaje a su gestión” no comprende los universitarios están en la calle repudiando un modelo exógeno político ideológico fracasado según los indicadores sociales y económicos.
Germinan suficientes móviles para la protesta en nuestro país, es tangible que vivimos una aguda crisis económica, escasez de los insumos más básicos, vivimos un alto nivel de inseguridad, se nos está cortando el poder adquisitivo por culpa de una inflación incontrolada. A muchos políticos y burócratas del actual gobierno revolucionario se les olvida que protestar es un derecho consagrado en nuestra Constitución Bolivariana, por eso es absurdo que altos dirigentes del oficialismo y algunos de la oposición objeten la protesta pacífica como vía legítima para manifestar el descontento contra el gobierno de Maduro, al punto de calificarla de atajos, delito y hasta de conductas antidemocráticas. El móvil de la protesta estudiantil, motivaciones rebasan para, exigir, rechazar y condenar las diversas sin razones del régimen, especialmente cuando está en juego nuestra democracia y libertad. Dejo para tu reflexión, “Si eres neutral en situaciones de injusticias, has elegido el lado del opresor”. Desmond Tutu
Director de la consultora Hercon
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