Mensaje con destinos por @lmesculpi

Mensaje con destinos por @lmesculpi

He comentado con amigos y leído escritores contemporáneos que iniciaron su militancia política en mí misma época coincidir en nuestras primeras lecturas, novelas como: La Madre de Máximo Gorki, Así se templó el acero, El comité clandestino actúa.

Luego las exigencias como dirigentes estudiantiles nos plantearon estudiar; Principios Elementales de la Filosofía de Politzer y los libros de Konstantinov. De la biblioteca de mi padre en ese tiempo me llamó la atención una edición infantil ilustrada de El Quijote y Mensaje sin destino de Mario Briceño Iragorry. Recuerdo ahora del ensayo de Briceño Iragorry una idea que se me grabó, más allá de nuestras figuras históricas, de su heroicidad, más allá de las individualidades, está nuestra idiosincrasia como pueblo, y, una conclusión que aún me acompaña, todo mensaje debe tener destinatario.

Los recientes discursos de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello llamando a la unidad y criticando duramente a quienes fomentan la división en el interior del oficialismo no parecen destinados a quienes reprueban abiertamente las políticas del gobierno desde el portal Aporrea, incluso Nicolás Maduro amenazó con “dar los nombres” de los conspiradores antiunitarios en sus propias filas. Creemos que no cumplirá tal amenaza, así como tampoco publican la lista de los empresarios de maletín que hicieron de las suyas en CADIVI. Las únicas listas difundidas extensamente son aquellas empleadas para perseguir a quienes no los respaldan. Sin duda los discursos del binomio gobernante tienen otros destinarios de mayor influencia que los críticos de Aporrea. Algunos exministros y altos funcionarios, gobernadores y otros dirigentes del PSUV que censuran la conducta del gobierno a “sottovoce”. Por supuesto, los órganos de seguridad le siguen la pista y mantienen informados a la dupla que, aún en sus desacuerdos, se mantienen unidos por la simulación de un poder sólido. Además de la constante repetición discursiva, con el conocimiento del “mar de fondo” existente en sus propias aguas. Esa es la explicación lógica de tal insistencia.





Aún no encienden todas sus alarmas porque apuestan a una fractura en la alianza opositora, a la no resolución de las divergencias en el seno de la concertación plural. Es más, ante el debate planteado no sólo asumen una actitud de contemplación, intentan aprovechar las contradicciones y sembrar desconcierto e incertidumbre en el ámbito de nuestra influencia. Es conveniente recordar la frase del cuento futbolístico: “Los rusos también juegan”. Esperamos que la sapiencia y madurez que ha permitido alcanzar los logros conocidos, prevalezcan a la hora de abordar las estrategias y acciones unitarias, ello es imprescindible para proseguir los avances y consolidarnos como fuerza alternativa. Ningún propósito grupal o individual puede colocarse por encima de un objetivo sumamente estimado por el país y que a todas luces es imprescindible (la Unidad). La situación actual nos demanda coherencia, unificación de propósitos y sentido de grandeza.

 

Luis Manuel Esculpi