Jose Vicente Carrasquero: ¿Tenemos Patria?

Jose Vicente Carrasquero: ¿Tenemos Patria?

Sin ánimo de sonar innecesariamente irrespetuoso, debo decir que nunca me tome muy en serio la formación académica de Chávez. En realidad siempre lo vi como una persona con gran habilidad para comunicar. Pero, sus herramientas fundamentales eran el epíteto desconsiderado al adversario, la descalificación y la mentira. Para los suyos también tenía etiquetas y frases bonitas que al final carecían de sentido alguno. Quizás la de menos sentido es la que reza: “tenemos patria”.

Patria es un concepto abstracto. La mayoría de las personas tienden a verlo desde el punto de vista emocional. Se alegran cuando lejos del país oyen el himno nacional o ven la bandera tricolor. Se regocijan cuando en la lejanía oyen canciones que le recuerdan sus querencias, sus mejores momentos. Es un sentimiento que generalmente se asocia a los positivo a lo agradable. Nos da gusto saber que una miss ganó una corona o que un deportista conquistó una medalla.

Sin embargo, la Venezuela que nos ha tocado vivir está llena de situaciones que a muchos ponen en situación de malestar. La calidad de vida del pueblo en general se ha deteriorado de una manera dramática en muchas dimensiones. Estamos llenos de momentos en los que muchos se sienten mal. No pueden generar empatía con un estado de cosas que lo llena de incertidumbre, que le genera ansiedad, que lo desmoviliza y que hasta termina haciéndole perder el interés.





¿Qué afecto por la patria puede sentir una madre a la que le asesinan un hijo? Mucho más cuando ese crimen queda sin castigo. Cuando la denuncia puede llevar a que se tomen represalias en su contra. Cuando la justicia no se pone a la orden del ciudadano y le resarce a través del castigo al culpable. Una madre que le dio un hijo a la patria y que no pudo verlo crecer mientras ella envejecía.

¿Qué amor patriótico puede sentir a quien se le hace vivir como pobre? Una de las críticas más duras de Marx al capitalismo es que el hombre tiene que gastar su vida en buscar la forma de satisfacer necesidades básicas como la alimentación, la reproducción y el descanso. Nadie que haga horas de cola para conseguir un poco de comida se puede sentir a gusto con la patria. Sin duda alguna el padre del socialismo científico sería un acérrimo crítico de este régimen explotador que somete al venezolano.

Las personas que se enferman en nuestro país no tienen razones para pensar que tienen patria. Los hospitales sin equipamiento prestan un lamentable servicio que viola los elementales derechos a la salud. Los enfermos de cáncer languidecen de mengua esperando que los aparatos funcionen o que los remedios aparezcan. El sector salud se encuentra en los peores niveles desde mediados del siglo pasado. Al término que las previamente erradicadas tuberculosis y paludismo vuelven a atacar a los venezolanos más pobres.

¿Qué tanto amor patriótico puede sentir el joven que se ve obligado a buscar su futuro fuera del país? No puede pensar en comprar un apartamento, un carro, hacer mercado, tener una familia. En fin, darse la calidad de vida que su esfuerzo merece. En la lontananza tendrá recuerdos de sus buenos momentos. Pero con el tiempo, su patria será aquella que lo acogió y le dio la oportunidad de desarrollarse como persona.

¿Qué cariño se puede sentir por un país en el que la clase política te trata como enemigo y busca tu rendición y entrega a su forma de pensar? Es difícil tener que escuchar largas peroratas de un aprendiz mal formado, falto de educación y respeto que la emprende contra el pueblo como si fuese dueño de la nación. Es difícil sentirse bien en un país donde quienes están llamados a ser tu servidores te quieren maltratar e imponer sus criterios.

¿Podemos llamar patria a un país que depende de otros para la alimentación de su pueblo? ¿Es patria un país cuyo territorio es permanentemente vulnerado por guerrilleros, garimpeiros, narcotraficantes y bandas criminales? ¿Es patria un lugar en el cual el gobierno no es capaz de ejercer soberanía? ¿Es patria una región donde el estado no es capaz de garantizarse el monopolio de la violencia y debe negociar con colectivos armados? ¿Es patria un país lleno de desigualdades de todo tipo? ¿Es patria un espacio donde reina la criminalidad y la anomia generalizada? ¿Es patria una zona donde el valor de tu trabajo es remunerado con papelitos sin valor alguno? ¿Es patria un país sin moneda de cuya fortaleza sentirse orgulloso?

¿Tenemos patria? Es una pregunta que tiene que responderse cada quien de acuerdo a sus expectativas y experiencias. Los momentos que vive el país son verdaderamente lamentables, de mucha precariedad. La nefasta herencia de Chávez nos arrastra como las olas de un tsunami. Nos recuerda cada día nuestro empobrecimiento en lo personal, nuestro atraso como nación, nuestra debilidad como territorio.

Los venezolanos parecen estar despertando de esta pesadilla. Lo primero es recobrar esa soberanía que reside en el pueblo y ejercerla. Los gobernantes no son nuestros amos. Son nuestros empleados. Tienen que rendir de acuerdo a nuestras expectativas. ¿Pueden hacerlo? No creo. No tienen la preparación necesaria para tomar los correctivos que requiere Venezuela para enderezar el rumbo. En nuestras manos está exigir rectificación o renuncia.

¡Hagamos Patria!

@botellazo