“Hago un llamado a las autoridades y a las fuerzas de orden público les invito para que garanticen el orden público, pero en los parámetros de justicia, paz, libertad, y de la ley, pero sin abusos”, expresó monseñor Mario Moronta -Obispo de San Cristóbal en Venezuela- ante la continuidad de las manifestaciones y las agresiones entre civiles y uniformados.
Recordó el Obispo que la protesta no se discute, pero de forma pacífica y con criterio de racionalidad. “El derecho a la protesta no se discute y ojala que siempre podamos tener ese derecho pero ejerciéndolo de forma pacífica, pero eso hacemos el llamado para que siempre se realice en sana paz. Es un derecho importante que lo hagan pero con criterio de racionalidad y con sentido de la paz”, expresó.
Nuevamente el Obispo del Táchira hizo su llamamiento “en nombre de Dios quiero llamar a la paz y a la concordia”, de manera especial llamó a los dirigente políticos “oficialismos y de la oposición a que busquemos un espacio para dialogar en un ambiente de solidaridad”.
Señaló monseñor Moronta, que “es importante en este momento nos escuchemos, y una actitud que todos debemos tener es al de facilitar el encuentro. Por eso en comunión con todos los obispo de Venezuela hemos reiterado este mensaje de la invitación a buscar espacios de encuentro para que no solamente dialoguemos sino compartamos ideas en el clima de buscar soluciones, respetándonos y buscando las responsabilidades de cada uno”.
Explicó que “es importante que se entienda la mediación de la Iglesia en una búsqueda de paz, en un reclamo hacia las cosas justas. El lugar es lo de menos, pudiera ser en la casa episcopal, en una Iglesia, en la calle, pero que sea un sitio donde nos encontremos para dialogar, superar las dificultades pero no para imponer criterios ni de uno ni otro lado”.
Asimismo manifestó el Prelado que la violencia vivida actualmente en Venezuela no es solo de las armas ni del fuego que se prende n las calles sino también de la violencia de las palabras. “Si tu opinas diferentes que te respeten pero que no ofendan. En ningún dirigente de gobierno ni de oposición ni en ninguna persona debe haber un lenguaje que descalifique a los demás. La violencia verbal, ni la represión, venga de donde es apoyada por el evangelio”.