Universitarios opositores al gobierno de Venezuela convocaron este jueves a una marcha con flores blancas, en rechazo a los disturbios que azotan Caracas y otras ciudades desde comienzos de febrero y que dejaron al menos cuatro muertos.
Desde hace dos semanas Venezuela es escenario de manifestaciones estudiantiles, iniciadas en reclamo por la inseguridad, y apoyadas por sectores de la oposición, que son seguidas por estallidos de violencia nocturnos.
La noche del miércoles el sector este de Caracas nuevamente fue escenario de corridas, disturbios y operativos policiales de dispersión, mientras en una cárcel militar una juez le formulaba al encarcelado líder opositor radical Leopoldo López cargos por incitación a la violencia y daños, informó su abogado.
Se le imputan cargos por “daños e incendios, asociación para delinquir e instigación a la violencia”, dijo a la AFP vía telefónica el abogado Bernardo Pulido.
Pulido aseguró que se descartó el cargo de homicidio que se esperaba le fuera imputado a partir de declaraciones del presidente Nicolás Maduro, quien lo llegó a señalar como responsable de las muertes registradas en las protestas.
Juan Carlos Gutierrez, otro de sus abogados, dijo a la prensa que López podría quedar hasta 45 dias en prisión preventiva mientras se prepara el proceso.
López es uno de los dirigentes del ala radical de la opositora Mesa de Unidad Democrática que impulsa, bajo el lema “la Salida” la táctica de ocupar las calles para conseguir un cambio de gobierno, pese a que la constitución señala que un referendo revocatorio de mandato solamente será posible en 2016.
Flores Blancas
Las federaciones estudiantiles que impulsan las protestas en todo el paìs llamaron este jueves “a la sociedad civil venezolana a responder a la violencia con flores blancas”, informó un comunicado de esas organizaciones
Los estudiantes también convocaron a un mitin, con flores, en la plaza Alfredo Sadel de Las Mercedes.
Caracas, San Cristóbal (oeste) y Valencia (norte), son desde hace dos semanas escenario diario de manifestaciones estudiantiles que al caer la noche derivan en violentos enfrentamientos entre grupos radicales y fuerzas del orden, además de intervenciones de individuos armados que son señalados por la oposición como miembros de “colectivos” simpatizantes del oficialismo.
En las protestas “hay muchos grupos armados que parecen no pertenecer a los cuerpos de seguridad del Estado. Yo no entiendo por qué esos grupos armados están actuando de manera libre, impunemente (…) El gobierno tiene que meter en cintura a estos grupos”, dijo este jueves el arzobispo de Caracas, Jorge Urosa, a la cadena televisiva Globovisión.
El sábado, frente a denuncias de acciones atribuidas a grupos armados oficialistas, el presidente Maduro había advertido: “No acepto grupos violentos en el campo del chavismo y la revolución, quien quiera tener armas para combatir con armas, que se vaya del chavismo”.
Reporteros de la AFP vieron la noche del miércoles en los sectores de La Castellana y Palos Grandes desplazarse en actitud intimidatoria, columnas encabezadas por un par de pickups cargadas de individuos con megáfonos, escoltados por una docena o más de motociclistas sin ninguna identificaciòn.
En el vecino sector de Chacao, también feudo opositor que había pasado tres noches de relativa calma, centenares de manifestantes volvieron a bloquear las calles con fogatas alimentadas de basura y escombros.
Efectivos de la policía antomotines intervinieron con chorros de agua, gases lacrimógenos y perdigones al mismo tiempo que hombres armados a bordo de motocicletas empezaron a disparar, desatando una estampida de manifestantes hacia edificios de la zona para ponerse a salvo, constataron periodistas de la AFP.
Según la televisora Globovisión, en Maracaibo (oeste, segunda ciudad del país), San Cristóbal y Valencia, también escenario cotidiano de refriegas callejeras, la mayoría del comercio trabajaba con horarios acortados y el transporte público es reducido.
Maduro, que tacha las protestas como “golpe de Estado en desarrollo”, advirtió que tomará “medidas especiales” en San Cristóbal, gobernada por la oposición y escenario de las primeras protestas. “Si tengo que declarar un estado de excepción en el Táchira lo haré”, dijo la noche del miércoles.
El detonante de las protestas fue la inseguridad que sacude a Venezuela y que ha golpeado a campus universitarios con asaltos, incluso en plena clase, secuestros y violaciones.
A las demandas iniciales se sumaron reclamos por la libertad de López y de estudiantes, cese a la represión policial, mejoras en la calidad de vida ante una inflación de 56,3% y una aguda escasez de alimentos y productos básicos.
La crisis venezolano derivó en pleitos a la arena diplomática. Maduro consideró una intromisión en asuntos venezolanos declaraciónes del presidente colombiano Juan Manuel Santos quien abogó por el diálogo y el respeto a la democracia en Venezuela.
Asimismo, Maduro llamó este jueves en consulta a su embajadora en Panamá cuyo gobierno hizo un pronunciamiento similar.
Venezuela expulsó esta semana a funcionarios consulares de Estados Unidos a los que acusó de estar involucrados en la agitación estudiantil.
AFP