Sueño y quiero un país en donde la educación sea autónoma, sin ningún tipo de dominio pensativo, más que el generado por la consciencia. Una educación que sea el vértice de construcción humana, ciudadana, social y política. No la educación de la que habla el actual Ministro de Educación en sus nefastas recientes declaraciones que no vale la pena ni recordar. Sueño y quiero un país con un sistema de salud y seguridad social que sincere las necesidades de todo el sector asistencial. Con médicos que trabajen en hospitales con la suficiente dotación de materiales quirúrgicos y equipos de permanente actualización biológica y científica. No que nuestros médicos tengan que salir del país en busca de oportunidades que aquí no consiguen.
Sueño y quiero un país cuya libertad de expresión sea apegada con la responsabilidad individual que se deriva del hecho de la palabra, y no que esa palabra sea amenazada por el poder individual o colectivo de unos pocos, desde o fuera de los poderes del Estado. Sueño y quiero un país donde los corruptos, delincuentes y asesinos sean apresados, juzgados y sentenciados con celeridad una vez que hayan cometido sus delitos.
Sueño y quiero un país que comprenda que nuestro petróleo no sea empleado como herramienta de apoyo político extranjero, sino como herramienta para la diversificación de la agricultura, de la tecno-pesca, de la industria, el turismo y la tecnología. Que éstos a su vez, junto con la propia industria petrolera refuercen la construcción de escuelas, liceos y universidades de primer orden para el aprendizaje y el conocimiento. Políticas públicas que sean dirigidas con criterios de gestión social, pero también de sentido para un modelo de economía que permita el crecimiento de todos los sectores y no de manera monoproductora.Sueño y quiero un país en el cual la función pública, la actividad económica y empresarial generen empleos adecuadamente remunerados. Que el Estado vigile y sancione a los especuladores y contrabandistas, pero no por fuerza de persecución, sino con la aplicación irrestricta de la ley cuando haya que aplicarla. Quiero un país donde la inflación desaparezca a partir de la articulación depolíticas económicas, cambiarias y sociales. Quiero y sueño con un país que se aparte del enfrentamiento entre venezolanos. Que las muertes no sigan ensombreciendo el dolor de un país por razones ideológicas. Quiero y sueño con un país donde la paz no sea una entelequia, sino una paz de justicia social, respeto recíproco y de oportunidades para todos.
Carlos Behrends