Algunos comerciantes de San Cristóbal nuevamente han sido víctimas de destrozos y saqueos en sus locales, hechos que han sido organizados por bandas criminales que generan caos en la ciudad, según nota de prensa emitida por la Oficina de Información del gobierno regional, publica La Nación.
Glenys Peroza, propietaria de “Ferroelectric La Normal”, informó que en horas de la mañana de este jueves, vecinos hicieron un llamado para que se hicieran presentes en las instalaciones comerciales, luego que fue agraviada la propiedad.
Comentó que hace algunos días, habían sido informados de que un pequeño grupo quería incendiar el establecimiento, denuncia que fue puesta a las instancias competentes, pues han sido gravemente afectados por los ataques propiciados por los manifestantes.
— Esto no es protesta, es vandalismo. Ya hemos sido muchos los comerciantes afectados en la ciudad por este tipo de actos que perjudican a todo el pueblo, sea de un bando o del otro. Le pedimos por favor al pueblo que cese la violencia para que reine la paz y la calma —, declaró.
Resaltó que las pérdidas económicas y materiales son incalculables, ya que son más de 15 días lo que no se ha trabajado y aunado a ello, estas personas robaron material de ferretería, maquinaria, computadoras, cámaras, sistemas de seguridad, impresoras, entre otras.
Hizo un llamado al pueblo tachirense en general a contribuir con la paz y la calma, ya que estas acciones no llevan al cambio, sino que han contribuido con la propagación de la delincuencia y la violencia en la región.
Igualmente, Martin Quispe, pequeño comerciante de la parte alta de la ciudad, denunció ser víctima del robo, pues algunos antisociales violaron la seguridad del local, al introducirse por el techo del mismo, logrando llevarse tan solo algunas golosinas y alimentos, productos como los que hacia el dinero para cubrir las necesidades de su familia.
— Yo soy un pequeño comerciantes que me he visto perjudicado; mi familia y mis hijos se han visto afectados directamente, porque si no trabajo, no puedo llevar la comida para mi casa —, apuntó.
Quispe explicó que a pesar de lo poco que le dejaron en su bodega, ha tenido que tomar algunas previsiones y trasladarse diariamente desde el municipio Guásimos en mototaxi para estar pendiente de su mobiliario, ya que comentó haber encontrado bombas molotov, que “gracias a Dios no hicieron explosión”.
Declaró no tener ningún tipo de recursos económicos para solventar los daños ocasionados que van desde mercancía, mobiliario y el techo del local que debe ser reforzado y aseguro con urgencia.
— Quiero y espero que esto termine. No sé cuáles serán las vías que tomarán porque no soy parte ni de uno ni de otro, solo soy un afectado más. Necesito que esto pase pronto para poder trabajar —, concluyó.