Ucrania acusó este lunes a Rusia de lanzarle un ultimátum en Crimea, bajo control de comandos armados prorrusos, y Estados Unidos suspendió su cooperación militar con Moscú, en una nueva escalada de tensión que provocó caídas en las bolsas de todo el mundo.
Olga NEDBAEVA/ AFP
“Es un disparate total”, indicó un representante de la flota rusa en el Mar Negro, con base en la península ucraniana de Crimea, después de que un portavoz del ministerio de Defensa de Ucrania afirmara que las fuerzas rusas habían lanzado un ultimátum para rendirse en las próximas horas.
En cambio, el presidente Barack Obama dijo que Rusia ha violado la soberanía ucraniana y la ley internacional y aseguró que Estados Unidos “está examinando una serie de pasos -económicos, diplomáticos- que aislarían a Rusia”.
Rusia “está en el lado equivocado de la historia”, advirtió el presidente.
El portavoz de la defensa estadounidense, el Pentágono, el contralmirante John Kirby, dijo que Estados Unidos “suspendió todos los vínculos militares” entre Washington y Moscú como consecuencia de la intervención rusa.
“Esto comprende los ejercicios y reuniones bilaterales, las escalas de buques y las conferencias de planificación militar”, señaló en un comunicado, para acotar que “hacemos un llamamiento a Rusia para distender la crisis en Ucrania y a que las fuerzas rusas en la península de Crimea regresen a sus bases”.
Por su parte el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió a Rusia que repliegue sus fuerzas en Ucrania y llamó a un “diálogo con el gobierno ucraniano”. El martes el secretario de Estado norteamericano John Kerry estará en Kiev.
En la sede de la ONU en Nueva York, el Consejo de Seguridad se reunió de nuevo este lunes para hablar de la crisis, a petición de Rusia, por tercera vez en cuatro días.
Las bolsas de todo el mundo registraron bajadas importantes mientras subían los precios del petróleo y del oro ante la posibilidad del que sería el mayor conflicto entre Rusia y Occidente, que apoya a Ucrania, desde la caída del muro de Berlín en 1989.
La península de Crimea, un lugar clave para la flota rusa desde el siglo XVIII, está desde el sábado ocupada de facto por comandos armados con apoyo de Moscú, que izaron la bandera rusa en los edificios oficiales e impiden que las tropas ucranianas salgan de sus cuarteles.
Según dijo a la AFP este lunes un portavoz del ministerio de Defensa ucraniano, Rusia habría dado un ultimátum a las tropas del país.
“El ultimátum pide reconocer las nuevas autoridades de Crimea, deponer nuestras armas e irnos o prepararnos para un asalto”, dijo al la AFP Vladyslav Seleznyov en Simferopol, la capital de Crimea.
El sábado los senadores rusos dieron el visto bueno al presidente Vladimir Putin par intervenir en esta exrepública soviética.
Las autoridades ucranianas acusan a Rusia de continuar mandando tropas de forma masiva a Ucrania, donde en las últimas 24 horas aterrizaron diez helicópteros de combate y ocho aviones de transporte.
La situación en Crimea sigue siendo tensa aunque de momento no se han registrado enfrentamientos. Varios puntos estratégicos, entre ellos bases militares, aeropuertos o edificios militares, están bloqueados por hombres armados, que llevan uniformes sin distintivo pero que son muy probablemente soldados rusos.
Frente a la escalada de tensión, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon pidió que se garantice “la independencia, la unidad y la integridad territorial de Ucrania” y pidió a Rusia que se “abstenga de cualquier acto que pueda llevar a una nueva escalada”.
En Bruselas, la Unión Europea anuncio una cumbre extraordinaria para el jueves y la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, se reunirá el martes en Madrid con el ministro de Relaciones Exteriores ruso Serguei Lavrov.
También el martes la Otan celebrará una nueva reunión sobre la situación a petición de Polonia, que considera que su seguridad está amenazada.
– 6.0000 soldados en Crimea –
Desde el sábado, Rusia desplegó 6.000 soldados de refuerzo en Crimea, según el ministerio de Defensa ucraniano, lo que le da el “control operativo” de la península, indicó el gobierno de Estados Unidos.
Este lunes la bases militares ucranianas en la zona estaban rodeadas por soldados no identificados que actuaban en nombre de las autoridades prorrusas, según el ministerio ucraniano.
En Donetsk, en el este del país, una zona rusófona y bastión del presidente derrocado Viktor Yanukovich, unos 300 manifestantes prorrusos asaltaron el lunes la administración regional.
En los mercados rusos, el pánico se apoderó de los inversores, que temen que una intervención militar en Ucrania ahuyente a las inversiones extranjeras, cruciales para reactivar la debilitada economía de Rusia. La bolsa de Moscú retrocedió más del 13% durante la sesión y cerró con fuertes caídas: los dos índices de la plaza financiera moscovita, el Micex y el RTS, terminaron respectivamente con bajas de 10,79% y 12,01%.
En Kiev, el ministro de Relaciones Exteriores británico, William Hague, calificó la situación en Ucrania de “la mayor crisis en Europa en el siglo XXI”.
En Ginebra, el ministro ruso de Relaciones Exteriores Serge Lavrov denunció las amenazas de “sanciones” y “boicots” y justificó la acción de Rusia en Ucrania porque los ultranacionalistas amenazan “la vida y los intereses regionales de los rusos y de la población que habla ruso”.
El domingo, los dirigentes de los países más industrializados ya anunciaron la suspensión de los contactos previos a la cumbre del G8 prevista en la ciudad rusa de Sochi en junio.