Venezuela conmemora el miércoles un año de la muerte de Hugo Chávez, una jornada de alto voltaje emocional en esta nación polarizada sobre el legado del líder socialista.
Su heredero, el presidente Nicolás Maduro, encabezará el homenaje, que incluye un desfile militar y un acto en el mausoleo donde descansan los restos de Chávez.
“A un año de la partida de nuestro Comandante Eterno, invito a todo el pueblo a rendirle homenaje en Paz y con Amor…”, dijo Maduro el martes en su cuenta de Twitter @NicolasMaduro.
Un cañonazo recordará a las 1625 horas el momento exacto de la muerte de Chávez, que gobernó la nación de la OPEP por una década y media hasta ser derrotado por un cáncer el 5 de marzo del 2013.
La jornada será emotiva para la mitad de los venezolanos que adoran a Chávez por los programas sociales que financió con la renta petrolera del país.
“Es un día muy triste, pero muy importante para nosotros”, dijo Marisol Aponte, una maestra “chavista hasta la médula” que recibió una vivienda del Gobierno. “El Comandante nos dejó (…) No podemos vivir de luto permanente. Hay mucho, pero mucho trabajo que hacer”.
Y será un día amargo para la otra mitad que siempre lo consideró un líder autoritario que dilapidó los recursos del país e intentó perpetuarse en el poder como su amigo el líder cubano Fidel Castro.
Grupos de estudiantes prometieron mantener la presión en las calles del Venezuela, donde al menos 18 personas murieron en el último mes en los peores disturbios en una década.
Las protestas no parecen sin embargo amenazar al joven gobierno de Maduro, pero expusieron el descontento popular por la galopante inflación, la escasez de alimentos y la violencia fuera de control en esta nación de 29 millones de habitantes.
La economía se ha convertido en una preocupación transversal en Venezuela, irritando a chavistas y también opositores. Muchos chavistas confiesan no estar demasiado impresionados con Maduro, un ex dirigente sindical al que Chávez eligió como sucesor antes de morir.
Chávez será homenajeado también por algunos de sus vecinos de izquierda a los que ayudó con su petróleo barato, en un intento por contrarrestar la influencia de Estados Unidos -“el Imperio”, como solía llamarlo- en América Latina.
El presidente boliviano, Evo Morales, y el nicaragüense Daniel Ortega volaron a Caracas para homenajearlo.
Protestas continúan
Aunque las protestas han ido perdiendo intensidad, grupos de estudiantes continúan chocando a diario con la policía en torno a la Plaza Altamira.
“Para mí es indiferente si mañana es o no es el aniversario de Chávez (…) Voy a protestar”, dijo el martes Aquiles Aldazo, un hombre de 18 años que pintaba la palabra “Resistencia” en un muro a metros de la policía antimotines. “Están celebrando un aniversario de un tirano”.
Grupos de la oposición pidieron evitar choques el miércoles, cuando los venezolanos volverán a trabajar después de un prolongado feriado de Carnaval con el que el gobierno intentó enfriar los ánimos.
En San Cristóbal los vecinos mantenían las calles bloqueadas con barricadas. Según reportes de prensa, los habitantes tenían que hacer filas de una hora para comprar pan.
Maduro dice que los manifestantes buscan sembrar el caos para provocar un golpe de Estado. Esta semana despachó a su canciller a Ginebra para denunciar ante Naciones Unidas una “campaña internacional” contra Venezuela.
La violencia en la nación sudamericana preocupa al Papa Francisco y también al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que llamaron al diálogo. El actor estadounidense Jared Leto dedicó el domingo su Oscar a los “soñadores” en Venezuela.
Reuters