Discurso incendiario de las autoridades acentúa el clima de violencia y las violaciones a DDHH
Policías y funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana están siendo procesados por abusos.
En su informe sobre protestas del mes de febrero, el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social dio a conocer el patrón que ha caracterizado la represión ejercida por el gobierno para controlar las manifestaciones:
1) Ataques conjuntos de Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y Colectivos armados.
2) Ataques a manifestantes durante la transmisión de cadenas presidenciales de radio y televisión.
3) En la mayoría de las protestas donde actuaron los Colectivos armados se registraron manifestantes asesinados o heridos de bala.
4) Las razias más fuertes fueron realizadas después de las 6 de la tarde.
5) Uso sistemático de sustancias tóxicas y armas de fuego.
6) Practica de tratos crueles, inhumanos o degradantes a manifestantes.
7) Practica de Torturas y abusos sexuales a manifestantes.
8) Detenciones arbitrarias.
9) Allanamientos sin orden judicial.
10) Criminalización de la protesta.
11) Agresión a periodistas.
12) Persecución a dirigentes de partidos de oposición.
El discurso: del dicho al hecho
Durante la semana pasada pudimos apreciar un discurso muy confrontacional desde el poder. Maduro, y luego el presidente de la AN, Diosdado Cabello, en una semana donde se conmemoró un año del fallecimiento de Chávez, apoyaron abiertamente a los grupos de civiles afines al proceso y los llamaron a reprimir las protestas. Igualmente, felicitaron la actuación de la muy cuestionada Guardia Nacional Bolivariana. A las pocas horas de sus discursos, la violencia, de la mano de grupos paramilitares, creció en varios puntos del país. No es casualidad.
Otro hecho ligado al clima confrontacional que se comunica desde el poder, fue la prohibición a sectores de oposición de marchar al Ministerio de Alimentación en Caracas el pasado sábado. En efecto, el Alcalde del Municipio Libertador, uno de los 5 municipios que forman el área Metropolitana de Caracas, prohibió “a la derecha y a los fascistas” la marcha en contra de la escasez en el municipio, premisa que no se cumplió a cabalidad, pues aunque la inmensa presencia de fuerzas represivas impidió dicha marcha, no pudieron evitar la concentración de ciudadanos en el sector de Las Palmas y Avenida Libertador, que están ubicadas en dicho municipio. En paralelo, el mismo día y a la misma hora, una manifestación pacífica de ciudadanos en el sector Caricuao, ubicado al oeste del mismo municipio, fue dispersada con gases lacrimógenos y posteriormente varias calles de ese sector sintieron la presencia de grupos paramilitares en plan amenazante.
Discurso y violación a DDHH
El discurso incendiario que dan diferentes autoridades ha podido ser detonante de las diferentes situaciones de violencia y de violación a los DDHH que hemos visto últimamente en la ola de protestas que vive Venezuela. Existe además un doble discurso en lo que se dice y un doble rasero en lo que se mide, cuando se habla de paz y dialogo pero se ningunea al que se opone, o se persigue al que disidente, o no se prohíbe expresar el descontento en forma pacífica, tal y como lo garantiza la Constitución.
Pruebas de abusos
Por otra parte, es un hecho que hoy hay varios funcionarios de diferentes cuerpos de seguridad y de orden público del estado, detenidos por asesinatos y maltratos de manifestantes de esta ola de protestas. Es importante recalcar esto, pues, a pesar de buscar culpables en otra parte en los discursos o de negar maltratos, la suma de evidencias presentadas ante la Fiscalía, han hecho posible el procesamiento de dichos funcionarios. El llamado es pues, a seguir denunciando y presentando evidencias de los abusos policiales y de las violaciones a los derechos humanos.
El derecho a la protesta y los derechos de los demás
Es evidente que en las últimas semanas y por múltiples razones, diferentes sectores de nuestra sociedad han tomado la calle para realizar diferentes tipos de protesta. Los ciudadanos tienen el derecho a ejercer la protesta pacífica y las autoridades el deber de permitirles protestar. Pero también es cierto que quienes protestan deben poner límites cuando comienzan a afectar derechos de otros ciudadanos, afines o no a sus ideas. Hemos percibido mucho descontento en ciudadanos que consideran se les ha cercenado, por ejemplo, su derecho a la libre circulación cuando no han podido salir por días enteros de sus hogares, porque se los han impedido otros ciudadanos que han montado guarimbas , sobre todo en sectores del este caraqueño. Con la excusa de “defenderse”, agreden a vecinos, a veces a propiedades como vehículos, y se hacen partícipes de violaciones a derechos y a leyes. Esta situación debilita en su conjunto a un sector que está reclamando pacíficamente en la calle y busca generar simpatías hacia su causa.
ConflictoVe Fuente:TalCual, 10 de marzo de 2014, pág 7
Pueden consultar nuestros anteriores análisis semanales publicados en TalCual:
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