Venezuela lanzó el martes un tercer mecanismo de cambio de divisas, buscando combatir la escalada del dólar en el mercado negro y aliviar la falta de liquidez en moneda extranjera que acentúa la escasez de productos básicos.
El vicepresidente para el área económica, Rafael Ramírez, dijo que el nuevo sistema conocido como “Sicad II” comenzaría a funcionar “en las próximas horas”.
El Gobierno apuesta a elevar así la oferta de divisas para acortar la enorme brecha con el dólar en el mercado negro, que cotiza en torno a 80 bolívares.
“Vamos a derrotar el dólar paralelo. Vamos a derrotar el mercado ilegal especulativo”, dijo en una conferencia de prensa.
“Es un dólar que no tiene ningún fundamento económico y sin embargo le ha hecho muchísimo daño a nuestra economía. Presiona la inflación, presiona el desabastecimiento”, añadió.
La cotización del dólar del Sicad II será determinada por la oferta y la demanda y no podrá ser inferior a la tasa oficial de 6,3 bolívares por dólar, según un reglamento publicado el martes en la Gaceta Oficial.
La oferta de dólares será en efectivo y a través de bonos denominados en bolívares pero canjeables en dólares.
Según el reglamento, el Banco Central podrá intervenir para evitar fluctuaciones bruscas en el sistema, que será operado a través de bancos y casas de bolsa.
Interrogado por periodistas, Ramírez declinó revelar cuánto dinero destinará el gobierno al Sicad II.
“No tenemos prefijado ningún monto para vender, venderemos lo que necesite la economía”, dijo. “A diferencia de los otros sistemas no hay ningún cupo (…) Tenemos recursos suficientes”.
Venezuela aplica controles de cambios desde hace una década.
Actualmente existe una tasa de 6,3 bolívares por dólar para la importación de productos de primera necesidad y otra para el resto de artículos que hasta ahora cotiza cerca de 11 bolívares, conocido como Sicad I.
El Sicad II introduce una tercera cotización oficial.
El nuevo mercado operará diariamente. Podrán participar personas naturales y jurídicas del sector privado, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), el Banco Central y cualquier otro ente público autorizado.
Empresarios privados esperan desde hace más de un año el nuevo sistema de cambio, que facilitaría el acceso a dólares para importar bienes terminados y materias primas.
La escasez de productos básicos se acentuó en el último año en Venezuela, donde a menudo es difícil encontrar leche, harina o papel higiénico. La falta de liquidez complicó también la importación de medicamentos y papel de periódico.
La falta de productos presionó además la inflación, que se disparó hasta un 56 por ciento anual.
Y fue uno de los detonadores de las protestas contra el gobierno que dejaron más de 20 muertos en el último mes.
El presidente socialista Nicolás Maduro responsabiliza de los problemas económicos al sector privado, al que acusa de librar una guerra económica.
En el pasado, las autoridades venezolanas incluso intentaron sacar del aire páginas web que divulgaban el precio del dólar en el mercado negro. Pero no impidió el aumento del dólar paralelo.
Un sistema parecido funcionó en Venezuela hasta el 2010, cuando el fallecido presidente Hugo Chávez lo cerró ante una escalada del dólar en ese mercado y mandó encarcelar a los gerentes de casas de bolsa bajo cargos de especulación.
En una decisión sorpresiva, las autoridades desecharon la semana pasada los cargos contra los gerentes que estaban detenidos desde entonces. Reuters