En una aparente acción coordinada de grupos de vándalos, fueron atacadas con bombas molotov y a tiros tres sedes gubernamentales en la capital tachirense, las cuales, además de sufrir la destrucción de sus fachadas, sufrieron robos y saqueos millonarios de sus inmuebles. lanacion.com.ve /Pablo Eduardo Rodríguez
La escalada de daños contra las edificaciones del Gobierno nacional se iniciaron a las dos de la madrugada de este lunes, cuando motorizados encapuchados arremetieron contra el edificio de la Unidad Coordinadora de Ejecución Regional -Ucer, en la calle 11 entre carreras 22 y 23 de Barrio Obrero. Junto a este organismo de corte regional, también fue blanco de las acciones vandálicas la Superintendencia Nacional de Costos y Precios Justos, Sundee, cuya infraestructura sufrió destrozos de menor cuantía.
Indudablemente que la peor parte la sufrió la sede de la Ucer, pues en ella los atacantes lanzaron numerosas bombas incendiarias que destruyeron parte de la fachada y los ventanales, en los cuales quedaron también impactos de tiros y piedras.
Las llamas de los artefactos explosivos provocaron que se incendiara la oficina administrativa del ente regional, y que computadores y otros enseres de oficina se destruyeran o, en su defecto, que los hurtaran.
Vidrios y puertas principales de la institución también quedaron completamente en ruinas, pues los daños reportados indican que las pérdidas son totales y no parciales.
Eduardo Canal, director de la Ucer, declaró que las afectaciones en la sede del organismo son elevadas y de un gran costo económico, pues fueron dañados computadoras y mobiliario.
–Nos dicen que era un grupo de unas cuarenta personas, habían motorizados y encapuchados, ellos lanzaron bombas incendiarias y, según nos cuentan, actuaron con saña y vandalismo, este tipo de acciones afecta directamente a la población, pues para nadie es un secreto que en nuestras dependencias elaboramos y ejecutamos proyectos de desarrollo para los tachirenses.
Refirió el vocero que el ataque contra la instalación es similar al que se efectuó hace varias semanas contra la sede de Cotatur, donde encapuchados quemaron carros y bienes del Estado.
También atacaron sede de Sundee
Por la proximidad de la sede de la Ucer con la Superintendencia Nacional de Costos y Precios Justos, Sundee, antiguo Indepabis, los vándalos también arremetieron contra el edificio y destrozaron con piedras y palos los ventanales del organismo de corte nacional.
Los destrozos en esta edificación, y ya cerca a las horas del mediodía del lunes, no habían sido cuantificados, pues sus autoridades estaban a la espera de una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, quienes se encargarían de las experticias y recopilación de pruebas.
Pese a los daños en esta instalación, las actividades que desempeñan quienes están al frente del organismo regulador de precios no han sido suspendidas, ya que según afirmaron algunas fuentes, los delincuentes solo afectaron la fachada externa y no la parte interior, donde reposan documentos de procedimientos y otros atinentes a las funciones de la institución.
Daños millonarios en sede del ministerio del Trabajo
Los actos vandálicos de la madrugada del lunes, por grupos de motorizados y encapuchados, también se trasladaron casi de manera simultánea al centro comercial El Tamá, donde un número no precisado de hombres y mujeres atacaron las oficinas del ministerio del Trabajo regional.
Según declaraciones de Jerzy Gómez, inspector general del Trabajo en el estado Táchira, cerca de medio centenar de encapuchados atacaron las instalaciones cerca de las tres de la mañana.
–Nos indica –relató– que llegaron hasta la oficina más personas armadas, en una acción rápida sometieron a los vigilantes del centro comercial y a otro que prestaba sus servicios para el ministerio del Trabajo, una vez reducidas estas personas efectuaron los daños a la sede administrativa.
Con bombas, aparentemente artesanales, los encapuchados incendiaron el área administrativa del organismo, quemaron el mobiliario y saquearon los artefactos tecnológicos, entre ellos computadoras e impresoras.
La propagación de las llamas causó que el primer piso del organismo quedara completamente destruido, por lo que se deduce que las operaciones desde ese lugar se verán limitadas hasta su reparación.
La oportuna intervención de miembros del Cuerpo de Bomberos de San Cristóbal evitó que los daños fueran mayores y que el fuego se propagara a otros establecimientos vecinos, entre ellos un supermercado Bicentenario y otras tiendas por departamentos.
Los daños en este despacho de corte nacional han sido estimados cerca a los dos millones de bolívares, pues los delincuentes se llevaron varios computadores de última generación, y los artículos que lograron cargar, sencillamente, los destruyeron y quemaron.
Transitoriamente y de acuerdo con lo expuesto con el inspector del ministerio del Trabajo, las operaciones del organismo se efectuarán en inmediaciones de la avenida Libertador.
Los actos de vandalismo dejaron igualmente la destrucción de una estatua del general Isaías Medina Angarita, busto que fue desmontado de su pedestal en la plaza de la biblioteca Leonardo Ruiz Pineda.
Fotos EFE