Un nuevo tratamiento desarrollado y experimentado en un hospital de Barcelona (noreste) mejora la supervivencia de las pacientes con cáncer de cérvix (cuello uterino) y reduce un 30 por ciento la mortalidad por este tipo de tumor.
La oncóloga ginecológica e investigadora principal de este estudio, Ana Oaknin, explicó a Efe que “hemos comparado la eficacia del tratamiento estándar basado en quimioterapia con otro al que hemos añadido un nuevo agente, un anticuerpo monoclonal, que inhibe la angiogénesis”, es decir, la formación de nuevos vasos sanguíneos y el crecimiento de los tumores.
La investigación, que publica hoy la revista ‘The New England Journal of Medicine’, supone, según la doctora, la primera vez que un tratamiento médico consigue prolongar la supervivencia de estas pacientes más allá de los 12 meses.
Según Oaknin, el nuevo tratamiento aumenta en 4 meses la supervivencia global, en una enfermedad que tiene una incidencia baja pero que afecta sobre todo a mujeres de entre 30 y 40 años.
El estudio se realizó sobre una muestra de 452 pacientes con cáncer de cérvix en 164 centros estadounidenses y españoles.
Según Oaknin, “hasta 2009, año en que comenzó el ensayo clínico, era muy difícil que estas pacientes vivieran más de un año, pero hemos conseguido prolongar su supervivencia hasta los 17 meses”.
Una de las pacientes que ya probó el nuevo tratamiento es Stania García, quien aseguró a Efe que tras recibir el anticuerpo “me siento bien, en general tengo mucha energía, puedo salir de casa, correr y pasear. Lo llevo mucho mejor porque con el anterior tratamiento estaba muy cansada”.
El cáncer de cérvix se diagnostica cada año a unas 500.000 mujeres en el mundo, de las que la mitad fallecen, un 90 por ciento de ellas en los países en vías de desarrollo.
Hasta ahora, cuando fracasaba el tratamiento estándar (cirugía en estadios iniciales y una combinación de quimioterapia y radioterapia en estadios localmente avanzados), las pacientes con cáncer de cuello de útero tenían como única opción la quimioterapia convencional, pero su supervivencia era de aproximadamente un año.
Aunque el cáncer de cérvix es la principal causa de muerte en mujeres jóvenes, las tasas de cáncer de cuello uterino en los países desarrollados han disminuido drásticamente gracias al cribado que se realiza mediante citologías y los test del virus del papiloma humano (VPH). EFE