Ante las pruebas presentadas por el Ministerio Público, fueron condenados a 30 años de prisión Robert Arturo Rivero Ortiz (25), Jorge Eduardo Tovar Gollo (28) y Nasser de Jesús Zabaleta Mendoza (28), quienes mantuvieron en cautiverio, en diciembre de 2010, a un comerciante, su hija de 10 años y su chofer, hecho ocurrido en Barquisimeto, estado Lara, así lo reseñó a través de su página web el Ministerio Público.
Durante el juicio, la fiscal 26º de dicha jurisdicción con competencia para intervenir en las fases Intermedia y de Juicio, Lexi Sulbarán, presentó las pruebas contra Rivero Ortiz y Tovar Gollo, por incurrir en los delitos de secuestro agravado, robo agravado de vehículo, ocultamiento de sustancias estupefacientes y psicotrópicas y asociación para delinquir.
Zabaleta Mendoza también fue condenado a pena máxima por incurrir en los delitos de secuestro agravado, en grado de determinador, y asociación para delinquir.
La audiencia se llevó a cabo en el Tribunal 5° de Juicio del estado Lara, instancia que luego de analizar las pruebas presentadas por el Ministerio Público procedió a condenar a Rivero Ortiz, Tovar Gollo y Zabaleta Mendoza. Los dos primeros cumplirán la pena en el Internado Judicial de la Región Centro Occidental “David Viloria”, antes Uribana; mientras que Zabaleta Mendoza, lo hará en el Internado Judicial de Yaracuy.
La investigación determinó que el comerciante estaba interesado en comprar un vehículo que ofertaban a través de una página Web; los supuestos vendedores lo citaron en un estacionamiento de un centro comercial en Barquisimeto, donde entregaría los cheques en caso de que decidiera comprar el carro.
El 17 de diciembre de 2010, el comerciante llegó al lugar con su hija y el chofer. En el sitio lo esperaban una mujer y un hombre, quienes luego de mostrarle el vehículo decidieron realizar una prueba. Durante el recorrido fueron interceptados por tres personas, quienes dijeron que se trataba de un secuestro. El hombre y la mujer, que habían simulado ser vendedores, se bajaron del carro.
Las tres personas secuestradas fueron trasladadas a una casa en Cabudare, donde los mantuvieron cautivos hasta el 22 de diciembre del mismo año. Ese día, el comerciante, en pleno banco, mientras cobraba los cheques, llamó la atención de dos policías, funcionarios que detuvieron en ese momento a Jowar Riera Zavarce (23). Posteriormente, los policías fueron guiados hasta Cabudare, donde rescataron a la niña y al chofer.
Por estos mismos hechos se encuentran en fase de juicio Riera Zavarse y Luis Alejandro Bello Graterol, éste último era uno de los cuidadores.