Durante este primer año de pontificado, se ha incrementado el peregrinaje de católicos latinoamericanos hacia la Plaza de San Pedro pero sobre todo las altas esferas de poder los jefes de Estado y de Gobierno han aprovechado para reforzar las relaciones con la Santa Sede.
Así se presagiaba en la misa de inicio de pontificado, hace hoy un año, a la que acudieron la presidenta de su país, Cristina Fernández; Costa Rica, Laura Chinchilla; Chile, Sebastián Piñera; Paraguay, Federico Franco; Ecuador, Rafael Correa; México, Enrique Peña Nieto; Panamá, Ricardo Martinelli y Brasil, Dilma Rousseff.
Junto a esta amplia representación latinoamericana también se encontraban los príncipes de Asturias, Felipe de Borbón y Letizia.
Un día antes de la misa Jorge Bergoglio recibió, como no podía ser de otra manera, a la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, que el pasado lunes volvió de nuevo al Vaticano para trasladar al pontífice las felicitaciones de todos los argentinos por este año.
Al día siguiente de su ceremonia de inicio de pontificado, Francisco recibió a la presidenta de Brasil, Dilma Roussef, con quien pudo compartir sus impresiones sobre la Jornada Mundial de la Juventud que se celebraría en Río de Janeiro el siguiente mes de julio.
El día 21 de ese mismo mes Adolfo Pérez Esquivel, el premio Nobel de la Paz argentino, fue recibido por Francisco, tras haberle defendido ante las dudas que surgieron del recién nombrado sumo pontífice sobre su actuación durante la dictadura argentina.
El siguiente mandatario de habla hispana recibido por Francisco fue el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, quien además fue el primer líder europeo en visitar a Bergoglio cuando se cumplía un mes de su pontificado, el 15 de abril.
El 19 de abril llegaría el turno del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien obsequió al pontífice con un sombrero de paja toquilla, los conocidos como “panamá”, hecho en Ecuador, un cuadro con la imagen de la Virgen Dolorosa y el libro “La Estrella del camino. Apuntes para el estudio del Belén barroco de Quito”.
Con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, el papa Francisco pudo discutir el 13 de mayo sobre el proceso de paz entre el Gobierno de Bogotá y las guerrillas de las FARC que se desarrolla aún hoy en el país colombiano.
La consolidación de la paz fue también uno de los principales asuntos que el papa argentino trató con Mauricio Funes, presidente de El Salvador, a quien recibió el día 23 de ese mismo mes.
Francisco es “un papa que se las trae”, según el presidente de Uruguay, José Mújica, quien visitó al sumo pontífice el 1 de junio.
De Mújica, el papa aseguró que era “un hombre sabio”.
El 6 de septiembre fue el turno de Evo Morales, presidente de Bolivia, para hablar con el “hermano Francisco”, en un encuentro en el que la preocupación por la preservación del medio ambiente se situó como uno de los puntos principales.
La estabilización y reconciliación de otro pequeño país centroamericano, Honduras, fue el tema de discusión el 20 de septiembre entre Francisco y el por entonces presidente hondureño Porfirio Lobo, tras la polémica deposición de Manuel Zelaya en 2009.
La paz internacional, la solidaridad o la ecología fueron tratadas el 8 de noviembre por el papa argentino y la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, quien obsequió al papa argentino con una estola realizada a mano por mujeres indígenas.
El presidente de Paraguay Horacio Cartes entregó el pasado 25 de noviembre a Bergoglio una imagen de la Virgen, un libro de cartas de San Roque y un volumen con fotografías de las reducciones de los jesuitas en el país en la audiencia privada a la que acudió.
En ocasión del nombramiento del primer cardenal de Haití, el papa Francisco también recibió el 24 de febrero al presidente de este país, Michel Joseph Martelly
Pero no sólo la plana mayor política latinoamericana ha sido recibida por el papa, quien también ha tenido ocasión de recibir a la selección argentina de fútbol, el 13 de agosto, al mismo conjunto nacional de rugby, el 22 de noviembre, e incluso al club de sus amores, el San Lorenzo Almagro, que brindó a Francisco el pasado 18 de diciembre su copa en el Torneo Inicial argentino.
Por las tardes, Francisco recibe habitualmente en su residencia del Palacio de Santa Marta a distintas personalidades y autoridades de más bajo perfil, como alcaldes o gobernadores, con quienes departe y rememora su continente natal en lo que ya se ha convertido en una agradable tertulia.
EFE