El estado de salud de Adolfo Suárez, de 81 años, que padece una enfermedad neurodegenerativa, y hospitalizado desde el lunes en Madrid por una infección respiratoria, se agravó y “el desenlace es inminente”, declaró su hijo, Adolfo Suárez Illana, durante una rueda de prensa convocada de urgencia.
Primer jefe de gobierno de la actual democracia española, desde 1976 a 1981, al mismo tiempo que exdirigente del franquismo, Suárez es una de las figuras más emblemáticas del delicado periodo de transición que permitió a España pasar página a cuatro décadas de dictadura (1939-1975).
“La enfermedad ha avanzado mucho y todo nos hace pensar que el desenlace es inminente. El horizonte que nos planteamos no supera las 48 horas”, declaró el hijo del expresidente de gobierno.
“Estos dos días últimos han sido felices. Nos ha regalado más sonrisas que quizás en los últimos 5 años”, añadió.
Suárez fue hospitalizado el lunes por una infección respiratoria calificada entonces como habitual por parte de su familia, teniendo en cuenta la enfermedad que padece desde hace diez años.
Fue nombrado en 1976 presidente de gobierno por el rey Juan Carlos, con quien mantenía una relación muy cercana y que había subido al trono tras la muerte del dictador Francisco Franco el 20 de noviembre de 1975.
Su mandato fue ratificado por las urnas después de las primeras elecciones democráticas organizadas tras el franquismo, el 15 de junio de 1977, a las que se presentó como jefe de filas del partido Unión de Centro Democrático (UCD).
Tras una segunda victoria electoral en 1979, su liderazgo se fue desgastando debido a las tensiones internas en su partido y la pérdida del apoyo del monarca, por lo que dimitió por sorpresa en enero de 1981. AFP